Home Orbe Trump, cumple un mes; caos en la Casa Blanca

Trump, cumple un mes; caos en la Casa Blanca

0

A muchos, por insufrible, nos parece un año

En su vertiginoso primer mes, el presidente de EU ha polarizado a la sociedad, dinamitado el legado de Obama y entrado en guerra con la prensa y servicios de inteligencia
El espectáculo es inédito. Pero esperable. Fiel a sí mismo, Trump no se ha bajado de la locomotora a la que lleva subido toda la vida. Tampoco abandona su demagogia ni su amor por el cuerpo a cuerpo. Pero detrás de su aceleración, también se le ha visto empequeñecido por la realidad. Sobre todo, en política exterior. Su punto débil. Descontando su virulencia con México, en el caso de Israel dio marcha atrás a su apoyo a los asentamientos ilegales, ante China abandonó su coqueteo con Taiwán y frente a Irán ha dejado sin denunciar el pacto nuclear que tanto censuró.
El tiempo le viene pequeño a Trump. Muy pequeño. Desde que el 20 de enero juró el cargo, ha hecho del vértigo su agenda y ha destituido a una fiscal general, fulminado a su consejero de Seguridad Nacional, humillado a sus servicios de inteligencia, ordenado construir un muro con México, abandonado el Acuerdo Transpacífico, colisionado con Google, Apple y Facebook, encrespado a la Unión Europea, defendido a Putin, ofendido a los líderes de China, México y Australia, prohibido la entrada musulmanes, chocado con tribunales, satanizado a medios y convertido el gran símbolo del poder estadounidense, la Casa Blanca, en un inmenso caos.
Todo ello en 31 días. Poco más de 700 horas. Un tiempo mínimo para cualquier gobernante, pero suficiente en su caso para activar las alarmas. Dentro y fuera del país. “Nunca he estado tan nervioso sobre lo que pueda ocurrir en Washington. Si emerge una crisis, no sé si podrán responder racionalmente”, alerta el demócrata Leon Panetta, ex secretario de Defensa y ex director de la CIA. ”Nuestro gobierno vive en un increíble desorden y espero que no sigan así porque somos una nación en guerra”, sentenció el respetado general Tony Thomas, jefe del comando de operaciones especiales.
Más beligerante, aunque no más exitoso, se muestra en asuntos domésticos. Ahí, los estallidos han sido continuos. Pero su furia se ha estrellado contra las resistencias más poderosas que él. La prueba la dio el veto migratorio.
La salvaje restricción impuesta a siete países de mayoría musulmana desató una vertiginosa oleada de protestas. Mientras los aeropuertos eran ocupados por miles de ciudadanos, centenares de empresas se sumaron al frente legal. La propia fiscal general interina se negó a defender la orden y los jueces, uno tras otro, la rechazaron hasta que un tribunal federal bloqueó la medida.
La bofetada judicial a Trump, quien ya anunció que esta semana presentará otra orden, mostró a todos los límites de su grandilocuencia. Y también su innata capacidad para dividir a una sociedad ya de por sí fracturada.