• El proyecto de ley supone una tregua de tres semanas mientras el presidente insiste en pedir presupuesto para el polémico muro que quiere construir en la frontera con México
Se trata de un alto el fuego, no de la firma de la paz, aunque haya vencedores y heridos. A la quinta semana del cierre parcial de Gobierno, con 800.000 empleados federales sin recibir su salario, Donald Trump compareció el viernes para declarar que ha alcanzado un acuerdo por el que la Administración abrirá temporalmente.
“Hemos llegado a un acuerdo para poner fin al cierre y reabrir el Gobierno federal”, dijo Trump desde la Rosaleda de la Casa Blanca.
“Dentro de poco, firmaré un proyecto de ley para abrir nuestro Gobierno por tres semanas, hasta el 15 de febrero”.
Trump declaró “patriotas” a todos los trabajadores que han sufrido los 35 días de cierre, acudiendo a comedores sociales o sin poder pagar sus facturas. La firma del proyecto de ley tuvo lugar pasadas las nueve de la noche, en el Senado y la Cámara de Representantes, y supuso el fin del cierre más largo de la historia de EU.
El mandatario destacó que el acuerdo ha impedido que tuviera que poner en marcha “una poderosa arma”, en referencia a la declaración de emergencia nacional con la que ha estado coqueteando desde hace días. El pacto no incluye un presupuesto para financiar el polémico muro que Trump quiere levantar en la frontera con México y que ha sido el detonante del cierre de Gobierno más largo de la historia de Estados Unidos.
La presión ha ido creciendo alrededor del presidente. Hasta que el viernes llegó a su punto de ebullición. Los retrasos en las salidas de vuelos en importantes aeropuertos han mostrado la cara más molesta del cierre del Gobierno.
El senador de Virginia, el demócrata Tim Kaine, aseguró el viernes que los retrasos en los aeropuertos “aumentaban de forma tremenda la presión” para que se reabriera el Gobierno, y añadió que lo que ha estado ocurriendo iba a ser “muy dañino para la economía americana”.