EFE.- Donald Trump ha alimentado esta semana la polémica sobre Siria en su país justo cuando la investigación previa a un juicio político cobraba fuerza, en un aparente intento de distraer la atención de un tema que amenaza su cargo y en el que está perdiendo aliados.
La publicación, el miércoles, de una carta de la semana pasada en la que Trump pedía no ser “tonto” al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dejó boquiabiertos a muchos estadounidenses porque llegó poco antes de que el vicepresidente Mike Pence aterrizara en Turquía para negociar una tregua en la ofensiva de ese país en Siria.