Trump busca ahora apoyo de hispanos y negros

La desesperación lo ha hecho presa

•    No le alcanza el voto de la clase media descontenta

¿Llega tarde Trump en su cortejo a minorías? Los números dicen que sí: en  voto hispano, sondeos le sitúan 60 puntos por debajo de Clinton. En el voto negro, las cosas todavía están peor: le dan una intención de voto del 2%,
Donald Trump, amante de los desafíos, tiene por delante uno que se antoja imposible: seducir a las minorías raciales de EU.
Se impuso en las primarias de su partido tocando la fibra sensible de quienes le podían aupar a la nominación: la clase media blanca descontenta, que se siente olvidada, y convencida de que los valores tradicionales del país están en extinción. Para ello, se sirvió de un discurso divisor, donde las minorías raciales parecían quedar al otro lado de la raya que Trump marcó.
No le importó abusar de una retórica agresiva que olvidó el carácter multirracial del país, retuiteó a opinadores racistas, propagó estadísticas falsas sobre los índices de criminalidad de la población negra o titubeó a la hora de condenar a dirigentes del Ku Klux Klan. Para contentar a esas bases, prometió levantar un muro en la frontera con México y deportar de forma masiva a los once millones de inmigrantes indocumentados, en su gran mayoría hispanos.
A menos de tres meses de las elecciones generales, eso no sirve. Trump necesita captar votos mucho más allá de esa clase media blanca, incluso más allá de los blancos descontentos con el Partido Demócrata o que no confían en Hillary Clinton. El voto negro e hispano, además del voto femenino, será clave. Trump lo sabe e intenta recular en algunas de sus posiciones.
El sábado se reunió con el Consejo Asesor Hispano de su campaña y abrió la puerta a una solución para los millones de inmigrantes indocumentados diferente de la deportación masiva. El candidato republicano no confirmó que vaya a presentar un plan de regularización de todos los inmigrantes, pero «las preguntas que hizo y las preocupaciones que mostró indican que está abierto a una solución justa y compasiva», aseguró a «The Washington Post» Jacob Monty, abogado experto en inmigración de Texas, que acudió a la reunión.

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