El loco ya es pesadilla para 6 millones de compatriotas
El departamento de Seguridad Interior contratará 15.000 nuevos agentes y ampliará el foco de la persecución a casi todos los que lleven menos de tres años en el país
En este plan, México figura como gran diana. Trump pone en marcha la búsqueda de fondos para “diseñar, construir y mantener el muro”. Abre el proceso para “identificar y cuantificar todas las fuentes directas o indirectas de ayudas federales y de asistencia al Gobierno mexicano”. Esta iniciativa tiene como fin fijar la cantidad que el vecino del sur recibe de Washington y utilizarla para forzar el pago del muro por parte de México, uno de los axiomas del loco de la Casa Blanca
Donald Trump abrió la puerta a deportaciones masivas. Las nuevas directrices del departamento de Seguridad Nacional, publicadas ayer, entierran el legado de Obama y amplían el espectro de la persecución a casi todos los sin papeles. No se trata sólo de que los funcionarios incrementen sus competencias o de la contratación de 15.000 nuevos agentes. El núcleo de la ofensiva migratoria radica en la posibilidad de aplicar las expulsiones inmediatas a prácticamente todos aquellos que lleven menos de tres años en el país. El giro es radical.
El país que se hizo grande con la emigración le da la espalda a 11 millones de indocumentados, la mitad mexicanos. Hasta la fecha los agentes tenían como objetivo prioritario la captura de todos los que hubiesen cometido un delito grave. Con las nuevas directrices el foco se amplía y se reducen a “extremadamente limitadas excepciones” los casos que se libran de la persecución. “Todos aquellos que violen las leyes de inmigración pueden ser sujetos de los nuevos procedimientos, incluyendo la expulsión de EU”.
Bajo esta premisa, el sistema se vuelve coercitivo en todas sus fases para los indocumentados e incluso se restringe la práctica de dejar en libertad provisional a los detenidos. “Esta medida será usada excepcionalmente y sólo en los casos donde, después de un atento estudio de las circunstancias, se considere necesaria por razones humanitarias o por un significativo beneficio público”, reza la orden.
Lejos de agotar las posibilidades del sistema legal, el objetivo del nuevo plan es devolver a los indocumentados lo antes posible a sus países de origen. Para ello, se rompen los candados que frenaban el proceso de expulsión inmediata. Esta modalidad se aplicaba hasta la fecha a los inmigrantes que hubiesen pasado menos de dos semanas en el país y estuviesen a no más de 160 kilómetros de la divisoria.
Con la nueva directriz, se anulan los límites geográficos y se extiende la posibilidad de su aplicación a todos aquellos que lleven hasta dos años en territorio estadounidense. La excepción serán los menores, los peticionarios de asilo y quienes pueden demostrar la legalidad de su estatus migratorio.