#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
Andrés Suárez del Real, Baruch Arreola y Ricardo Martínez cortaron una oreja cada uno, el novillero venezolano Leonardo Buenaño sufrió una cornada grande.
Estimados Amigos, la tarde de ayer en la Monumental Plaza de toros Vicente Segura, se llevó a cabo la Novillada Charro Taurina, que previa al Campeonato Nacional Charro ofreció la Empresa Innovación Taurina, que dirige la Lic. Erika Molina Barragán, con una asistencia de un cuarto del aforo del coso pachuqueño.
Como lo ofreció la Empresa, se lidió un imponente encierro de la Ganadería nuevoleonesa de El Vergel, integrado por seis auténticos toros, tanto por edad como por peso y de impecable trapío, que promediaron de 48º kilos de peso, toros bien comidos, apretados de carnes, que dieron diverso juego, sobresaliendo los lidiados en cuarto, quinto y sexto lugares.
Abrió plaza el novillero zacatecano Andrés Suárez Del Real Ibargüengoitia, hijo del matador en retiro Guillermo Suárez Del Real, torero de clase, que ha pasado largas temporadas en España, donde ha sumado un importante número de festejos, Andrés se enfrentó a “Familia”, herrado con el número 121, cárdeno de pelaje, con 468 kilos, un toro de fina estampa, largo, delantero de cuerna, al que el zacatecano saludo con una larga cambiada, instrumentó chicuelinas de buena factura rematadas con una revolera, ya con la muleta Suárez Del Real inició su trasteo con pases de tanteo que le fueron jaleados, el toro acusó debilidad y perdió las manos en varias ocasiones, lo que le impidió romper, sin embargo Andrés aprovechó las pocas embestidas del morlaco instrumentándole muletazos de buena factura, sobre todo por el lado izquierdo, inexplicablemente el Juez le sonó un bocinazo, aún ante de que se tirara a matar, terminó con una estocada entera para retirarse entre ovaciones al callejón.
El segundo lugar correspondió al hidrocálido Manuel Gutiérrez, un novillero que también ha demostrado cualidades para alcanzar un sitio importante en la Fiesta Brava, le tocó en suerte “Charco”, número 413, con 475 kilos de peso, de pelaje cárdeno claro, con la capa Manuel no se acomoda, logrando apenas un par de verónicas; en la suerte de varas el toro se arrancó de largo empujando fuerte a la cabalgadura, en la faena de muleta el toro se viene a menos, embistiendo con la cabeza arriba, va desarrollando sentido y el hidrocálido porfía buscando la faena sin lograr redondear su quehacer, se tira a matar cobra primero una media estocada y posteriormente una entera que es suficiente, oyendo palmas.
Al novillero tapatío Arturo De Alba le correspondió el toro más grande del encierro, un primoroso ejemplar de nombre “Innovación”, número 416, de 517 kilos de peso, cárdeno de pinta, de impresionante trapío, el burel toma el capote echando las manos arriba y De Alba lo brega con habilidad, rematando con una revolera, se arranca con fuerza al caballo desmontando al picador Carlos Domínguez, hijo de “El Gordo de Iztapalapa”, que se vuelve a montar y le propina un excelente puyazo.
Arturo inicia su labor de muleta con pases de tanteo, el toro embiste descompuesto y con la cabeza arriba, el joven jalisciense a base de insistir se va haciendo del toro, que no humilla, y logra muletazos de buen trazo que le son ovacionados, en su intento de agradar alarga la faena, sin mayor fortuna, se tira a matar y deja media espada, oyendo un aviso, vuelve a entrar a matar cobrando otra media que es bastante, no antes de que el señor Juez le propine otro aviso. De Anda es fuertemente ovacionado.
En cuarto lugar saltó a la arena “Agradecido”, número 298, de 465 kilos de peso, un toro de buenas hechuras, apretado de carnes, corto de cuello, paliabierto; que le corresponde al venezolano avecindado en esta Bella Airosa, Leonardo Buenaño Sánchez, que lo recibe con dos largas cambiadas, ya de pie torea a la verónica de manera aceptable; el venezolano se va a colocar banderillas iniciando con un buen cuarteo, para el segundo par cambia al toro en el tercio y coloca en buen sitio los palitroques, pide que se cierren al toro para el tercer par, cita sentado en el estribo y cambia al toro muy pegado a las tablas dejando los palos en todo lo alto, sin embargo el toro lo arrolló infiriéndole una cornada grande, aunque limpia, pasa a la enfermería en donde se le estabilizó y fue trasladado a un hospital para ser intervenido. Andrés Suárez Del Real, primer espada, lidió a este astado instrumentándole una faena con tandas de muletazos en redondo por ambos lados que le fueron jaleados fuertemente, mató con una estocada casi entera y el Juez le concedió una oreja.
Por su parte el michoacano Baruch Arreola, novillero que encabeza el escalafón novilleril con 19 actuaciones, se enfrentó a “Buen Amigo”, número 338, de 460 kilos de peso, cárdeno claro, caribello, al que toreo un tanto apurado de capote, al intentar una chicuelina el toro lo trompico cayendo a la arena en donde le propino una tremenda paliza, afortunadamente sin mayores consecuencias, con la muleta Bauch estuvo porfiado ante un toro que nunca se entregó, consiguiendo algunos buenos muletazos aunque sin continuidad en su faena, pasó al toro de faena y oyó dos avisos, a pesar de lo cual, a petición de la porra del torero, el Juez le otorgó una oreja. Cerró plaza Ricardo Martínez, de Ciudad Juárez, Chihuahua, aunque con residencia en Guadalajara, le correspondió “Hidalguense” herrado con el número 403, de 477 kilos, también de pelaje salinero, al que saludó con una larga cambiada, para a continuación instrumentarles tres verónicas, rematadas con la revolera que le fueron ovacionadas, cubre el tercio de banderillas con tres cuarteos aceptables; si bien Ricardo acusa limitaciones en su toreo, lo compensa con su actitud delante del toro, con la muleta logró buenos momentos que le fueron ovacionados con fuerza, terminó su labor con tres cuartos de acero en buen sitio y el público lo premió con una oreja.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.
