#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
• Con el corte de cuatro orejas, una por cada alternante, que pudieron haber sido más concluyó la Corrida del Tenango en la Monumental Vicente Segura.
Estimados amigos con el gusto de saludarlos a través de Plaza Juárez. Como estaba anunciado, la tarde de ayer se celebró la Corrida del Tenango, en la Plaza de Toros Monumental Vicente Segura, de esta Bella Airosa, con una entrada que cubrió tres cuartas partes del tendido del coso pachuqueño, en tarde nublada y con rachas de fuerte viento.
Se corrió un encierro de la Ganadería de Montecristo, propiedad de don Germán Mercado Lamm, vecino del Municipio de Zempoala, Hidalgo, que envió ocho magníficos ejemplares de bonita lámina, toros muy rematados, largos, muy bien comidos, en el tipo de su procedencia, aun cuando fueron de desigual juego, acusando debilidad, siendo los más manejables los corridos en primero, cuarto y octavo lugares.
Abrió plaza el Caballero Navarro Pablo Hermoso de Mendoza (gris perla y oro), que venía a saldar una deuda con la afición hidalguense, y lo logró aun cuando por fallas con el acero solo consiguió un apéndice de su segundo astado. Se enfrentó en primer término a “Perlito” número 87. Con 439 kilos de peso, de pelaje negro bragado, axiblanco, de buen estilo bravo, arrancando con fuerza y alegría en las embestidas y muy fijo en los caballos; al que solo colocó un rejón de castigo, puso cuatro banderillas largas llevando al toro muy templado con sus cabalgaduras, haciendo cambios de en la cara del toro, siendo ovacionado con fuerza, saltaron a la arena los Forcados de Pachuca, realizando German Ochoa una buena pega al primer intento; nuevamente Pablo se fue al toro para clavar banderillas cortas y dar una nueva lección de toreo a caballo ante el beneplácito de la concurrencia, con la hoja de peral el Navarro dejó dos estocadas de metisaca caídas, por lo que perdió trofeos que tenía merecidamente ganados. El toro fue aplaudido en el arrastre.
En su segundo, “Venadito” de nombre, herrado con el número 139, de 490 kilos, negro bragado que siendo de menor calidad que el primero de rejos, también se empleó embistiendo a los caballos, Hermoso de Mendoza le puso dos rejones de castigo, para después dejar cuatro banderillas dando una cátedra de toreo a la jineta, de nueva cuenta intervinieron los Forcados de Pachuca y el Cabo Dante Austria se fue por delante, el toro fue tardo en embestir a los de a pie, lo que generó expectación en el tendido, cuando finalmente se arrancó el burel el Cabo le hizo una espectacular pega, sobre todo porque el astado perdió piso y cayó encima de dos de los forcados, sin embargo el grupo pudo dominar al toro en medio de una gran ovación en reconocimiento a su labor. Pablo después de colocar tres banderillas cortas y una rosa, se fue a matar dejando la hoja de peral en buen sitio, que fue suficiente y el público exigió la oreja para el hispano, que compartió el triunfo con el Cabo de Forcados.
En la lidia a pie, al francés Sebastián Castella (grana y oro), le correspondió en primer lugar “Pardito”, marcado con el número 140, de 492 kilos de peso, de pelaje cárdeno girón, caribello, rabicano, calcetero, al que recibió el galo lanceándolo a la verónica jugando los brazos, remató soltando una punta del capote, quitó por chicuelinas que rubricó con una larga; ya con la muleta el toro por el lado derecho embestía rebrincando, empleándose mejor por el izquierdo lo que aprovechó Castella en series de pases muy templados, a pesar del fuerte viento que estuvo molestando toda la tarde a los espadas, se tiró a matar señalando tres pinchazos, le suenan un aviso y termina con tres cuartos en buen sitio. En su segundo corrido en sexto lugar de nombre “Rebocero”, número 70 con 497 kilos, negro listón, nada con el capote y con la muleta se dejó ver en tandas de pases muy templados por el lado derecho, deja tres cuartos de acero cuando se tira a matar, lo que tumbó al toro y se le otorgó una oreja al europeo.
Joselito Adame (perla y oro), vio la cara y cruz esta tarde, su primero “Coqueto” herrado a fuego con el número 64, de 503 kilos, cárdeno nevado de pinta, después de saltar al callejón se sintió de los cuartos traseros, con la capa Adame lo saludó con una larga afarolada, pero nada más, con la muleta no encontrando Joselito tela de donde cortar abrevió, señalando tres pinchazos y tres cuartos para pasaportar al astado. En séptimo lugar lidió a “Serenato” número 10, de 505, negro bragado, al que toreó de manera aseada a la verónica, en la faena de muleta el toro toma bien la muleta, pero acusa debilidad por lo que Joselito debe llevarlo muy despacio, logró muletazos de calidad que le son coreados, mata de una estocada entera que tumba al toro y el público exige la oreja para el hidrocálido, que otorga el juez.
Por lo que hace a Luis David Adame (aguamarina y oro), estuvo a punto de conseguir la salida a hombros, en su primer corrido en cuarto lugar, de nombre “Giraldo”, número 50 y de 490 kilos de peso, negro mulato de pelaje, no se logra acomodar con el astado con el capote, después de picado el toro, Luis David quita por chicuelinas que remató con el manguerazo de Villalta, brinda su faena de muleta al público, inicia su trasteo con tres estatuarios, para seguir con muletazos en redondo por el lado derecho, que le son coreados con fuerza, rematando las tandas con cambios de muleta por la espalda y pases de pecho prueba por el izquierdo y logró muletazos de buena factura, deja tres cuartos de espada en todo lo alto que tumban al toro, siendo premiada su actuación con una oreja. En el que cerró plaza llamado “Toroleno” número 96, con 513 kilos de peso, cárdeno de pelaje; con el capote sobresale un quite por tapatías que le fueron fuertemente aplaudidas, con la muleta realizó una faena derechista, que era el mejor lado del astado, instrumentando tandas muy templadas con pases de vuelta completa, entre ovaciones del respetable, se tira a matar atracándose de toro y la espada se va muy caída, aun cuando fue de efectos fulminantes, por lo que el juez niega la oreja que el público exigía, por lo que fue abroncado el juez.
Indudablemente una tarde que deja un buen sabor de boca a los asistentes. Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.