Pulso del Mezquital
Cuando uno ve candidatos a diversos cargos, llevando agendas de trabajo para convertirlas en políticas públicas cuando ganen en las urnas, que vinculan a los sectores en diversas discusiones, obviamente nos alientan y nos animan, pero se nos borra la sonrisa al ver que eso solo sucede en países tercermundistas como Dinamarca, Suecia, Inglaterra, mientras que en los primermundistas como nosotros, tenemos que padecer con políticos muy malos que no les llega el agua al tinaco.
Para ser hay que parecer y existen muchos que no parecen lo que quieren ser. Es aquí donde uno además de padecer de la pena ajena, nos damos cuenta que ese dinero deberían de utilizarlo para algo más útil y con una buena propaganda, hasta mejores dividendos, como por ejemplo: alimentar algún solovino de la calle, adoptar un minino, pintar guarniciones, tapar un bache, un “chelatón”. Porque mire, no entiendo cómo pueden esperar que uno vote por ellos cuando la único que provocan al ver sus campañas, es ancanijarse o morirse de la risa.
Imagínese que usted lleva a sus retoños a sorprenderlos con un show de payasos y súper héroes y sucede que la sorpresa es en serio, porque cuando el mono que encabeza el evento se retira la máscara y zas, es uno de los candidatos. Obvio, además de ser un trauma, no existe una manera de explicarle a ese niño que quien lo visitó no era su héroe favorito, sino un bodrio de candidato que se hizo el chistoso, creyendo que con eso van a votar por él.
Algo parecido vivieron algunos niños de Ixmiquilpan, por fortuna poquitos, porque el candidato no es exactamente el más generoso que conozcamos (no mencionaré su nombre para no darle publicidad, ni gastar tinta), que tuvo la brillante idea de repartir juguetes en algunas comunidades, haciéndose el chistoso, vistiéndose de súper héroe, jugando con la ilusión y los sentimientos de los chiquillos, más cuando el susodicho llegó tarde al reparto de caras y eso es trauma doble (dejarse la máscara hubiese sido lo mejor).
Debería haber una regla, que todos aquellos que hacen una campaña tan horrorosa, no solo merecen perder, deberían pagar una multa como castigo, para que por lo menos sientan un poco de vergüenza.
Algunos justificarán, ok, fue disfrazado para visitar a los niños, entiendo, pues mejor se hubiese vestido de ratón, además de dar ternura, en caso de que gane, lo comprenderíamos, porque al menos sabremos que nos mandó un mensaje subliminal, pero no lo entendimos.
Lógicamente, los resentidazos sociales, esos que simplemente nunca faltan en estos menesteres, podrían coincidir que esto es el reflejo de la degradación política actual, de políticos emergentes que no comprenden su papel en la historia. Personajes que por el bien de la vida pública, deberían ser guardados en el cuarto de servicio de la memoria o pedirle a Dios que los guarde y se le olvide dónde. Desafortunadamente esto apenas comienza.
En corto:
- Retornamos a este espacio, muchas gracias, le deseo un Feliz 2024
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