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“Todo por los Nopales”

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RELATOS DE VIDA

Espero que ya no tarde la micro, me iba a subir en la de Tilcuautla, pero estaba muy llena, y como traigo mis nopales, mejor ya no me subí-  refirió Doña Consuelo a una jovencita que esperaba acalorada la unidad del transporte público.
Prosiguió – es que no quise subirme porque se fueran a espinar – señalando la cubeta para posteriormente quitarle la tapa para dejar mostrar al grupo de cactáceas recién cortadas y nuevamente colocar la tapa.
El calor está bien fuerte ¿verdad? Yo vengo caminando desde aquel cerro que se ve allá, fui a cortar mis nopalitos, no quería pero me dije, ya que estoy aquí de una vez los corto para no regresar – siguió contando Doña Consuelo, dando un preámbulo para poder narrar la anécdota que le urgía sacar del pecho.
Estaba cortando mis nopalitos bien tranquila, cuando de repente me salió un señor, ya lo había visto desde que llegué, también estaba juntando nopales, pero no le hice caso hasta que lo vi muy cerca de mí – continuó.
Me espanté, me dio mucho miedo, porque me salió así nomás, no sé por qué se acercó si estaba re bien lejos de mí, y de momento que sale de entre los arbustos, yo nada más le dije ni te me acerques viejo cochino- se detuvo un poco, para tomar aire y continuar con el relato.
Que me agacho y que agarro mi cuchillo, con el que estaba cortando mis nopales, y que le vuelvo a decir, ni te me acerques porque aquí te mato, te entierro mi cuchillo o te agarro a “piedradas”, ¿o no señorita? – preguntó a la joven que escuchaba atenta.
Yo creo que sí le dio miedo, porque nada más se dio la vuelta y se “jue”, pero tremendo susto que me metió… ahorita le conté a una señora que me encontré y me dijo que si volvía a pasar algo así les aviente tierra en los ojos y me eche a correr, que así no pueden ver y ahí se quedan porque ya no ven- aseguró.
Yo creo que así le voy a hacer, si me lo vuelvo a encontrar agarro un buen montón de tierra y se lo echo directo a los ojos, para que me deje en paz, pero lo bueno es que ya junté mis nopalitos y ya estoy preparada, pero el susto nadie me lo quita…-  señaló.
Con el final de la historia, la jovencita finalmente respondió a Doña Consuelo – Gracias a Dios no le pasó nada, pero no creo que sea conveniente que regrese a ese lugar, esta vez logró persuadirlo, pero sin desearle el mal, usted no sabe si a la otra, él también esté preparado.
Pos puede que tenga razón, pero entonces necesito hallar otro lugar para cortar mis nopalitos, yo me gano mis centavos vendiéndolos, pero mientras regresaré mañana para agarrar los que me faltaron, pero vendré preparada, todo sea por los nopales, remató.