TLCAN y Cumbre de las Américas

NÚMEROS CLAROS
    •    Seguramente no habrá grandes anuncios en la VIII Cumbre de las Américas de Lima, pero servirá para ver el posicionamiento de los gobiernos latinoamericanos frente al presidente Trump


 
En medio de la campaña electoral en México y en el marco de la VIII Cumbre de las Américas, a efectuarse en Lima, Perú, del 10 al 14 de abril, inició este lunes la octava ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Los medios señalan que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pretendía concluir las negociaciones negociadores con México y Canadá antes del inicio de la Cumbre, para presentarla como uno de los resultados que se podían alcanzar, siempre que los países del hemisferio occidental colaboran con su país.
Mientras que el secretario de economía, Ildefonso Guajardo, considera que las negociaciones podrían concluir a principios de mayo con un acuerdo, la ministra de relaciones exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, se muestra más conservadora y no ha fijado una fecha límite para un acuerdo, afirmando que están trabajando y discutiendo cosas tangibles entre los tres países.
Los medios canadienses señalan que en Washington, Freeland ha alimentado cierta incertidumbre sobre el progreso real de los trabajos entre los representantes de Ottawa, Washington y México; pese a que la ministra de exteriores ha tratado de llenar el ambiente con palabras optimistas, en unas discusiones que probablemente continúen durante varios meses.
Frente a la incertidumbre de los resultados de las elecciones en México, el gobierno del presidente Trump está interesado en concluir un acuerdo antes de éstas. El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, ha hecho hincapié en la importancia de llegar a un acuerdo antes de las elecciones presidenciales en México del 1 de julio, señalando en un comunicado que las conversaciones habían sido positivas hasta hoy y tenía la intención de continuar trabajando para llegar a un acuerdo que beneficiará a los tres países.
El jueves pasado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el presidente Donald Trump, insinuaron que un principio de acuerdo podría alcanzarse luego de siete meses del inicio de las negociaciones, con la idea de anunciarlo en la próxima Cumbre de las Américas en Lima; sin embargo, los analista no ven cómo los negociadores podrían haber superado las brechas que separaban a los tres países, sobre todo en los temas candentes de la industria automotriz y la cancelación del TLCAN cada 5 años, la eliminación los arbitrajes y salvaguardas en los conflictos comerciales; a pesar de que algunas fuentes indican que los Estados Unidos han bajado el nivel de sus demandas en el sector automotriz.
La ironía de las contradicciones de los Estados Unidos. En la Cumbre de las Américas de 2005, en Mar del Plata, Argentina, el presidente George W. Bush presentó su iniciativa para crear el Área de Libre Comercio Americana, discusión que no estaba presente en la agenda, pero que el primer ministro de Canadá, Paul Martin, y el presidente de México, Vicente Fox, apoyaron incluirla y defendieron, frente al presidente Néstor Kirchner de Argentina y Lula da Silva de Brasil, que defendieron entonces los intereses de Latinoamérica ante una imposición no negociada previamente.
Si bien América Latina vio entonces el interés de los Estados Unidos por eliminar las barreras al libre comercio para productos, servicios y capitales, hoy con el gobierno del presidente Donald Trump ve renacer el proteccionismo y el cuestionamiento al libre comercio, desde el país que defendió éste durante años. Sin duda, este posicionamiento de los Estados Unidos sobre el libre comercio, sin pretenderlo, le devuelve la independencia económica a México, su independencia para repesar sus relaciones políticas, económicas y comerciales, en particular, para diseñar sus políticas sin tener que ponerlas a consideración de los Estados Unidos, en particular con países como China y Rusia, rivales de los Estados Unidos en la geopolítica actual.
Seguramente no habrá grandes anuncios en la VIII Cumbre de las Américas de Lima, pero servirá para ver el posicionamiento de los gobiernos latinoamericanos frente al presidente Trump, sobre todo, ahora que el mosaico político en la región tiende a la derecha en la mayoría de los países; pero pese a ello, no parece ser que al presidente Trump tenga interés en los países latinoamericanos, los cuales ve más como fuente de problemas, de inmigrantes a su país, que como espacios de oportunidades para negocios.

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