Desde los atentados del 11-S, las medidas de seguridad en los aeropuertos estadounidenses aumentaron para ejercer un mayor control sobre los pasajeros y evitar atentados similares. En los últimos años, no ha habido incidentes graves en los aeropuertos del país. El último ocurrió en 2013 en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles cuando un hombre mató a tiros a un policía del aeropuerto e hirió a otros antes de ser detenido.
Al menos cinco personas han fallecido y otras nueve resultaron heridas y hospitalizadas tras un tiroteo ayer, minutos antes de las 13:00 horas (hora local) en el aeropuerto internacional de Fort Lauderdale, una ciudad de Florida integrada en la zona metropolitana de Miami. Un tirador fue arrestado.
Según declaraciones del senador de Florida Bill Nelson el atacante se llama Esteban Santiago y llevaba una identificación militar. El tiroteo ha ocurrido en la zona de recogida de equipaje de la terminal 2 del aeropuerto y provocó instantes de pánico y carreras.
Cientos de pasajeros y empleados del aeropuerto fueron evacuados a las pistas del aeródromo. Las imágenes de televisión han mostrado el momento en que los paramédicos transportaban a uno de los heridos, que iba en camilla sangrando.
El presidente electo Donald Trump escribió en Twitter: “Monitoreando el terrible suceso de Florida. Acabo de hablar con el gobernador Scott. Nuestros pensamientos y plegarias están con ellos”. En la misma red social el exsecretario de prensa de la Casa Blanca con George W. Bush Ari Fleischer, que estaba allí, alertó: “Estoy en el aeropuerto de Fort Lauderdale. Acaban de disparar. Está todo el mundo corriendo”.