Tillerson, arreglando lo que Trump enreda entre México y Estados Unidos

El objetivo del viaje de Tillerson y Kelly, era desactivar la crisis diplomática desatada por las violentas declaraciones hacia México y los mexicanos por el presidente Trump

México y los Estados Unidos han reanudado los contactos diplomáticos en medio de un ambiente cargado de contradicciones promovidas por el presidente Donald Trump y sus ordene ejecutivas destinadas a combatir la inmigración ilegal, sobre todo de mexicanos.

Después de la cancelación desafortunada de la reunión entre los presidentes de ambos países, pactada para el 31 de enero pasado, luego que el presidente Enrique Peña Nieto anulara su viaje a Washington, al afirmar el presidente Trump que, si el presidente mexicano no estaba dispuesto a pagar por la construcción del muro sería mejor no reunirse, el Secretario de Estado americano, Rex Tillerson, y el de Seguridad Nacional, John Kelly, han llegado el martes al país para tratar de recomponer las maltrechas relaciones entre los dos países.

El objetivo del viaje de Tillerson y Kelly, era desactivar la crisis diplomática desatada por las violentas declaraciones hacia México y los mexicanos por el presidente Trump, la cual amenaza por derribar las relaciones económicas y políticas, construidas durante años de esfuerzos y concesiones de México, entre los dos países, enterrándolas debajo de un muro fronterizo que pretende indicarle a México y los latinoamericanos que tienen enormes diferencias.

No es fácil borrar las ofensas del presidente Trump hacia los mexicanos y sus instituciones. La primera humillación del presidente Donald Trump fue clasificar a los migrantes mexicanos de delincuentes y violadores, declaraciones que han ganado el odio y el repudio de la mayoría de los mexicanos.

El primer acuerdo entre los dos gobiernos ha sido el compromiso de mantener la ley y el orden en la frontera que comparten ambos países, para hacer frente al tráfico de drogas, armas y personas, tema que puede beneficiar a los dos gobiernos si se materializa el acuerdo. A la vez, los cancilleres de ambos países reafirmaron su voluntad de estrechar la cooperación en los temas de comercio, migración, seguridad e intercambios educativos.

Tillerson reafirmó la idea de modernizar y reforzar las relaciones entre los dos países, de poner orden en la frontera y trabajar para desarticular las redes que transportan drogas, personas, armas y dinero de un país a otro. En un aparente vuelco al discurso amenazante del presidente Trump, Tillerson señaló que el nuevo gobierno reconoce los avances existentes en la cooperación entre los países para controlar la inmigración ilegal e impulsar las relaciones con Guatemala, Honduras y El Salvador, para impulsar el desarrollo económico de la región.

Algo que puede dar tranquilidad y al gobierno mexicano es el compromiso del secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, de que no habrá deportaciones masivas ni operaciones militares contra los inmigrantes mexicanos en su país; de que el Departamento de Seguridad Nacional actuará respetando los derechos humanos y no se utilizará a las fuerzas armadas de su país en operaciones contra los inmigrantes ilegales; destacando que la amistad entre los Estados Unidos y México es muy importante. Ello podría marcar el cambio en el rumbo de la confrontación del gobierno de Donald Trump con México.

Pero los inmigrantes ilegales en los Estados Unidos no ha sido el único punto de discordia del presidente Trump con México. Parte de la crisis desatada está relacionada con el interés de Trump de gravar los productos mexicanos importados con un arancel y el cuestionamiento a la ineficiencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), del cual sólo México ha sacado provecho según el presidente. No olvidemos que México envía anualmente el 80% del total de sus exportaciones hacia ese país.

Aunque después de esta visita de los funcionarios del gobierno de Donald Trump a México, el ambiente entre ambos países pareciere menos tenso, nadie sabe a ciencia cierta, qué es lo que piensa y decidirá al final del día el impredecible Donald Trump hacer contra México y los Mexicanos. Lo cierto de todo esto es que el TLCAN deberá ser renegociado en los próximos meses y ello, seguramente, tendrá un impacto negativo en el crecimiento de la economía, debido a la especulación, lo que se reflejará en el tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Lo importante en toda esta crisis es que México entienda que no está sólo, que detrás de él están los países latinoamericanos y caribeños, los que apoyarán cualquier iniciativa y negociación sobre la migración y el comercio con los  Estados Unidos; pues nuestro país no es sólo en enviar su productos a sus mercados ni el único desde donde salen emigrantes.

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