Home Nuestra Palabra Miguel Rosales Tiempos de trumpadas y oportunidades…

Tiempos de trumpadas y oportunidades…

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No es tiempo de agarrarnos desesperadamente la cabeza y pensar que estamos de la trump…ada, mejor agarremos nuestra cal y arena y empecemos a construir nuestras propias oportunidades.

 
Las crisis son para eso, para despabilarnos y darnos cuenta que el planeta nos exige despertar, mejorar, disentir de aquello que nos mantiene atados y nos paraliza; un buen manejo de la crisis nos permitirá salir más fortalecidos
 
Si Trump quiere construir su muro, nadie, excepto los propios ciudadanos estadounidenses, lo puede impedir; su muralla de la ignominia terminará por encerrarlos en un mundo de intolerancia, pues si bien una pared sirve para que nadie entre, también sirve para que ellos no salgan, y entonces a esa intolerancia se le agregará el de la soledad.
 
Estos tiempos borrascosos convirtámoslos en tiempos de oportunidades, para voltear hacia adentro y darnos cuenta que estar con U.S.A. es importante, pero estar sin ellos no nos convierte en víctimas de todo ni héroes de nada; simplemente, que cada quien haga lo  que le corresponde hacer.
 
En esta guerra de declaraciones entre los Presidentes de México y Estados Unidos, no se trata de hacer fiesta de ello, ni tampoco convertirlo en un show político; es una situación seria y por ello no se trata de que quien se ría pierde.
 
Es momento de hacer un alto en el camino y sin la soberbia que todo lo destruye o las tendencias políticas que tradicionalmente defendemos, debemos cerrar filas en torno al Jefe de Estado, pues al final es quién debe, con energía, dejar patente nuestra exigencia de recuperar el principio de pueblo soberano y no de pueblo sometido.
 
Aún no es el momento de desgarrarnos las vestiduras ante la beligerante actitud del innombrable norteamericano, ¿que se nos ha agraviando con sus dichos y hechos?, eso ni duda cabe; pero para ello, el derecho internacional cuenta con las herramientas necesarias para la distención de los conflictos.
 
Pero sirva también esta coyuntura para analizar qué es lo que dejamos de hacer y que nos colocó en la situación en la que hoy nos encontramos; la crisis es y será dura, pero nuestra voluntad de aprender debe ser todavía más dura para no seguir errando.
 
Que nada nos distraiga, sigamos nuestro camino, paso a paso, un ladrillo a la vez, construyamos nuestro propio muro de dignidad, pero con puertas siempre abiertas al diálogo pero con respeto mutuo. Estos tiempos son tiempos de oportunidades, no lo dejemos escapar.
 
Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.
 
Miguel Rosales Pérez