RETRATOS HABLADOS

Puesta en marcha la sucesión presidencial en México, una constante en la vida de los estados de la República, es que a cada uno de los gobernadores se les quiere colocar como porristas irredentos de una u otra corcholata, y en automático convertirlos en el enemigo de quien no recibió su visto bueno, como si eso fuera a cambiar el rumbo de un destino dibujado con bastante anterioridad.

Sin embargo, también se trata de un viejo juego, antes el del “tapado”, hoy el de la “corcholata” que será levantada, puesta con la cara al cielo, para que todos escuchen desde el cielo, “esta es mi hija amada”.

Igual que antes, mandatario estatal que se equivoque, podría pagar muy cara su equivocación, al no haber interpretado de manera acertada, cada uno de los signos que el Gran Elector dejó a su paso, y que podría acarrear complicaciones en su gestión como gobernante.

El hecho es que Claudia Sheinbaum, será candidata a la presidencia de la República, y con toda seguridad, Primera Presidenta de México, porque aún sin que haya empezado el proceso en formal, la oposición está disminuida a más no poder, y pese a cualquier altibajo, la popularidad de Andrés Manuel López Obrador, se mantiene en uno de sus niveles más altos.

Con todo, cada gobernador surgido de Morena, deberá ser cauteloso al momento de expresar sus preferencias, porque de ningún modo pueden sumarse como porristas matraqueros a favor de ninguno de los que se integraron al grupo de suspirantes. Hacerse respetar como primera autoridad de un estado libre y soberano, es un principio que no debe ser olvidado bajo ninguna circunstancia. De otro modo traicionarían de manera lamentable el voto que los llevó al cargo, y quedarían en papel de simples funcionarios o empleados del Jefe de la Nación.

Es de vital importancia rescatar el valor preciso de ser gobernador en estos tiempos, en especial cuando se intenta construir un nuevo escenario democrático, cuando menos de palabra, y devolver ese prestigio y peso específico a los mandatarios estatales.

Por eso no es asunto de subirse al autobús de porristas-matraqueros, que ya están listos para ir al Ángel de la Independencia, y anunciar que Claudia Sheinbaum, ya es presidenta de la República, y retar a los gobernadores del país, y anunciar que o se doblegan o la pagan.

Cada uno de los personajes de este “nuevo”, pero viejo capítulo de la política mexicana, están obligados a rescatar el honor de este proceso, si se quiere idéntico a los de otros tiempos, pero eternamente con la oportunidad de evitar que la historia que apenas empieza, lo haga con vicios por anticipado, y con el ninguneo de lo que fueron elegidos para dirigir los destinos de los estados de la República.

Mil gracias, hasta mañana.

Mi Correo: jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

Mi Twitter: @JavierEPeralta