TIC TAC 

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TIC TAC 

ALFIL NEGRO

El reloj de la vida nunca falla

se echa a andar cuando nacemos

y sigue su ritmo de camino

siempre a tiempo y siempre trabajando.

Nunca se atrasa

y nunca se adelanta,

cumple una agenda

de inicio y de finales,

y no hay nada que hacer

cuando comienza 

y menos cuando todo se termina.

Tic Tac suena el reloj

cuando llega el amor,

y cuando una mujer bella

nos acepta y camina la vida  con nosotros,

y enloquece de sueños y de vida

cuando llegan los hijos

también con sus relojes.

Y va sonando en noches de tormentas

retando al viento que baja de la sierra,

y retumba su voz de teponaztli

en las fiestas del pueblo y de las casas. 

Es el reloj que mide nuestras vidas

que de niños nos suena a caramelos,

de jóvenes al ansia de ser grandes

y ya de viejos con voz de despedida.

Tic Tac  suena el reloj 

en noches estrelladas,

cuando es juguete plata y magia,

cuando la luna baja rodando 

reguero de diamantes,

De Real del Monte la mina del recuerdo,

y redobla su canto de monedas

en Zempoala, en Huasca y allá en Tula.

Tic Tac  es la voz de un corazón 

que mide todo,

que marca con firmeza

hora y minuto de inicio del camino,

y que de igual manera y forma

un día de pronto detiene su camino

con horas y minutos bien contados.

Tic Tac es un tambor 

que marca nuestros pasos,

y mientras tiene cuerda

nos permite tomar la mano cariñosa

de la esposa regalo de la vida,

extasiarnos al ver cómo los hijos

de pequeñitos con pasos inseguros 

de pronto los miramos

dueños y capitanes de sus barcos,

y que aunque grandes 

y fuertes Robles nobles,

en el recuerdo y el amor de padres

serán por siempre pequeños 

risa inquieta en las noches de los Reyes.

Tic Tac suena el reloj 

de nuestras vidas

que un día se inicia 

y otro se termina.

Porque este reloj cuando se para

Ya nada lo compone ni lo arregla,

a no ser una voz dueña del tiempo

que como a Lázaro le ordene 

voz eterna 

“levántate y anda” y todo se reinicie.

Tic Tac suena el reloj de nuestras vidas

nunca se atrasa y nunca se adelanta

y permite escribir nuestros caminos

y elegir el lado de la senda.

Tic Tac

Tic Tac