- Cuando los fideicomisarios de la National Gallery acordaron comprar la pintura Artemisa Gentileschi, por 3.6 millones de libras, también decidieron agregarla a la lista de obras de la colección que pueden haber sido “adquiridas indebidamente” durante los años en que los nazis estaban saqueando el arte de Europa
“Un regalo de Navidad para la nación”, así describen la nueva adquisición de La National Gallery de Londres del Autorretrato de Artemisa Gentileschi como Santa Catalina de Alejandría.
La obra, que llegará al recinto la próxima semana, fue comprada por la National Gallery por 3.6 millones de libras, un precio récord por una pieza de la artista.
De acuerdo a Artnet News, hay una sombra detrás de la pintura recientemente descubierta por la artista pionera del Renacimiento. Para ingresar a la colección de 2 mil 300 trabajos de la galería. El museo lo ha agregado a una lista de objetos que podrían haber sido saqueados durante la era nazi.
Cuando los fideicomisarios de la National Gallery acordaron comprar la pintura, también decidieron agregarla a la lista de obras de la colección que pueden haber sido “adquiridas indebidamente” durante los años en que los nazis estaban saqueando el arte de Europa.
En su sitio web, la galería comentó que hay un signo de interrogación específico sobre su propiedad antes de su adquisición por Charles Marie Boudeville, quien murió a principios de los años cuarenta.
Una portavoz de la National Gallery dice que llevó a cabo un “ejercicio completo de verificación de procedencia y diligencia debida en relación con el historial de propiedad del autorretrato como Santa Catalina de Alejandría”.
La fundadora y copresidenta de la Comisión para el arte saqueado en Europa, Anne Webber, argumentó que la transparencia es crucial en estas circunstancias, “para que cualquiera que busque el cuadro pueda ser alertado”. Está sorprendida de que la Galería Nacional no lo haya visto.
En 1999, la Galería Nacional fue el primer museo de arte importante en publicar una lista de pinturas con procedencia incompleta. Lo hizo a las pocas semanas del lanzamiento de los Principios de Washington sobre el arte confiscado por los nazis.
La brecha en la procedencia de la pintura se extiende desde el momento en que Gentileschi creó la obra en Florencia alrededor de 1615 hasta la década de 1940. En una fecha desconocida, el cuadro entró en posesión de la familia Boudeville en Francia en circunstancias también envueltas en un misterio.
En respuesta a las preguntas sobre la procedencia de la pintura, una portavoz de la Galería Nacional comentó que el museo tiene buenas razones para creer que era parte de la colección de la familia antes de la guerra. “Hay pruebas sólidas para sugerir que el trabajo no fue comprado por Charles Marie Boudeville, que no era un coleccionista o una persona con grandes recursos, sino que fue heredado por él”, señaló. La galería dice que esto “indica que el trabajo ha sido de propiedad familiar desde mucho antes de 1933”, el año en que muchos gobiernos están de acuerdo en que comenzó el saqueo nazi.
Destacó que el anterior propietario y consignador de la pintura a la venta en París en 2017 ha dado una “explicación clara” de la propiedad de su familia “durante al menos tres generaciones”. Pasó del abuelo, cuyas fechas exactas de nacimiento son desconocidas. , a su hijo George Boudeville (1930–1984) a principios de la década de 1940, y luego a Nicolas Boudeville (nacido en 1966).
Durante décadas antes de su reciente aparición en el mercado, la verdadera autoría de la pintura había sido oscurecida. El subastador Christophe Joron Derem, con sede en París, fue el primero en descubrir que la pintura fue de Artemisia Gentileschi y la vendió por 2.1 millones de dólares en diciembre de 2017. El subastador dice que perteneció a la familia Boudeville por “varias generaciones”, y señala que no aparece en la lista de obras de Art Decision Register incautadas o vendidas bajo coacción durante la era nazi.
La próxima semana, la Galería Nacional promete revelar planes “emocionantes” para celebrar la llegada de la pintura a la colección nacional.
DURANTE DÉCADAS ANTES DE SU RECIENTE APARICIÓN EN EL MERCADO, LA VERDADERA AUTORÍA DE LA PINTURA HABÍA SIDO OSCURECIDA. EL SUBASTADOR CHRISTOPHE JORON DEREM, CON SEDE EN PARÍS, FUE EL PRIMERO EN DESCUBRIR QUE LA PINTURA FUE DE ARTEMISIA GENTILESCHI Y LA VENDIÓ POR 2.1 MILLONES DE DÓLARES EN DICIEMBRE DE 2017. EL SUBASTADOR DICE QUE PERTENECIÓ A LA FAMILIA BOUDEVILLE POR “VARIAS GENERACIONES”, Y SEÑALA QUE NO APARECE EN LA LISTA DE OBRAS DE ART DECISION REGISTER INCAUTADAS O VENDIDAS BAJO COACCIÓN DURANTE LA ERA NAZI