Por el derecho a existir
Todos los días por los medios posibles consumismos violencia, con el alto riesgo de normalizar prácticas en la forma de vida, si bien los movimientos feministas y de las diversidades han hecho visibles comportamientos que son lacerantes y denigrantes, lo cierto es que aún falta camino por recorrer.
Estamos generando una costumbre a los espacios violentos, que poco a poco nos sorprende menos que cada mes las cifras nos peguen en la cara para señalarnos que fue más violento que el anterior, normalizamos a través de lo subjetivo y lo simbólico, la música, los videojuegos, el consumo de noticias, las telenovelas y… La lista sería interminable.
Hace unos días se dio una polémica por un beso lésbico en la película de Buzz Lightyear, un beso emanado desde el consentimiento y con una narrativa súper bien planteada por parte de Pixar. Es curioso el tratamiento de los memes que se hicieron, dos en particular llamaron mi atención, uno que señalaba puntualmente que los besos lésbicos son molestos cuando no se llevan a cabo en una cinta pornográfica y otro más en el que se hacía una sátira sobre la manera en la que se prefiere ver una película de asesinatos y matanzas en lugar de una cinta para la niñez.
Derivado de ello, el título de esta columna, porque parece que preferimos la violencia por encima de la ternura, y es la ternura un arma poderosa para enfrentar la complejidad social que apuesta por la desarticulación y la enajenación. La ternura en un mundo convulso, con crisis, pandémico y temeroso.
La ternura como estrategia de diálogo y construcción, aunque parece romántico y cursi, la ternura es una forma de resistir a los embates violentos de todos los días, de todas las horas, el reconocernos, el reencontrarnos y el estar en común a través del respetar y comprendernos.
Estamos a un día de la marcha por el orgullo LGBTTTIQ+, que sea la ternura la forma que acompañe cada una de las protestas que se griten, que sea la ternura la que evite suicidios en las juventudes que son rechazados por sus familias, que se la ternura la manera de construir un mundo en el que todos los mundos sean respetados.
Por el derecho de existir.
