Por el posible asesinato del hijo de El Chapo
• La Fiscalía aún no vincula los seis cadáveres hallados en Jalisco con los secuestrados en Puerto Vallarta el lunes
Sigue la duda sobre si Jesús Alfredo Guzmán Salazar, el hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, fue asesinado. La información de que encontraron seis cuerpos sin vida en Jalisco, el mismo número de personas secuestradas –entre ellas el vástago del capo del narco, de 29 años– en un local de Puerto Vallarta el lunes, encendió las alarmas: su muerte provocaría una escalada de violencia entre los cárteles de la droga.
Seis cuerpos con disparos y otras huellas de violencia fueron encontrados, tras denuncia de vecinos, en dos municipios de la zona metropolitana de Guadalajara. Tres fueron localizados en la colonia El Mirador; dos estaban envueltos en mantas en medio de un pequeño campo. El otro cuerpo presentaba huellas de disparos en espalda y cabeza.
En el municipio de Tlajomulco fueron hallados los cuerpos sin vida de otros dos hombres con huellas de disparos. En la localidad de San Miguel Cuyutlán de ese mismo municipio fue localizado el sexto cuerpo envuelto en bolsas negras de plástico rotas en uno de los extremos. Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense para realizar las autopsias de ley. Ninguna de las personas encontradas fue identificada.
Si bien durante todo el viernes circularon diferentes versiones e, incluso, en alguna de ellas se adjuntaba una foto (falsa), asegurando que Guzmán Salazar estaba entre los muertos, la Fiscalía de Jalisco que «de momento» no se pueden relacionar «los cuerpos sin vida encontrados» con «los hechos ocurridos en la costa de Jalisco». Lo único confirmado hasta el momento es la autoría del secuestro: el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), un grupo que en los últimos meses ha incrementado su poder y le disputa el territorio al cártel de Sinaloa, liderado por El Chapo.