Sumar, sí; dividir, no.

Sumar, sí; dividir, no.

Pido la palabra

Es la oportunidad de sumar esfuerzos, nuevamente es el momento de demostrar de qué material estamos hechos los mexicanos, ante las desgracias debemos estar firmes en nuestra decisión de ayudar, debemos dejar atrás las diferencias de Partido, de credo o clases sociales, esos son sentimientos mezquinos que no deben tener cabida en momentos difíciles como los que atravesamos todos los mexicanos.

Para estar prestos a la ayuda, sabemos que no existen puentes vacacionales, días festivos o de descanso, en esas circunstancias de apremio, se ha demostrado que “casi” el cien por ciento ¡somos mexicanos de tiempo completo! Y que aún con las limitaciones que nos dan nuestras posibilidades, sabemos tender la mano a nuestros hermanos en desgracia.

Sin embargo, la nota negra es ese “casi”, en donde debemos colocar a los que les gusta restar y dividir en lugar de sumar y multiplicar; ustedes hagan su lista, son de todos conocidos, pues a ellos les gusta ser la primera nota en las noticias de todos los días, de todas las mañanas.

Démosle a nuestros representantes formales una muestra de la civilidad que ellos no han sabido utilizar, mucho menos alimentar, pues es de todos visto que se la pasan peleando por el hueso, por el poder, por los beneficios que les otorga el sacrificarse por las mayorías; algunos se la pasan auto elogiándose de sus dizque logros políticos, y otros, en el peor de los casos, revolcándose en su rabia por las elecciones que no lograron ganar y echándole la culpa al sistema que les hizo complot en sus derrotas.

Estos brujos de la política, o aprendices de brujos en algunos casos, se la pasan haciendo de todo, desde luego de todo aquello que le ayude a satisfacer sus aspiraciones personales, pero a la hora de demostrar el valor de la solidaridad, solo atinan a colgarse de la desgracia humana para seguir lucrando políticamente y ganar posiciones ante el electorado.

Criticable ha sido la postura asumida por quienes en la desgracia han visto la oportunidad de lucimiento, criticable es la actitud mercantilista de aquellos que han hecho de la desgracia una historia para fomentar el morbo; se dice que la información es la herramienta del líder, pero algunos medios la están usando como una forma de manipulación de los sentimientos ante la desgracia, presentando una faceta amarillista de los hechos en su afán de ganar rating a la competencia.

Sin embargo, si esas actitudes amarillistas o mediáticas, sirven para que la gente siga enviando los víveres que los acapulqueños necesitan, pues seguiremos aguantando el protagonismo, ya llegará el momento de cobrar facturas, sobre todo en el ámbito político.

Lo que si es totalmente reprochable y que no tiene ninguna justificación es la actitud asumida por aquellos que ni en este momento dejan su postura de destilar veneno en contra de todo lo que huela a adversarios, siempre criticando, siempre regando ponzoña, sin darse cuenta que ahora es el momento de ser propositivo, cosa que a algunos no se les da tan fácilmente.

Es indudable que, en Guerrero, especialmente en Acapulco, hay miles de personas desesperadas por haber perdido todo su patrimonio, irritadas por no tener los víveres suficientes para darles de comer a su familia, no lo dudo, pues seguramente nadie, ni en lo personal siquiera, estará nunca preparado para una desgracia de estas magnitudes.

Por ello, ante esa impotencia, siempre habrá quienes encontrarán tierra fértil para seguir con su labor destructiva; no construyen, no proponen, no unifican para jalar parejo, pero si se acercan a la población en desgracia para polarizar posturas y envenenar el ambiente que en este momento debe ser de apoyo y no de distanciamiento.

Mucho ayuda el que no estorba; se necesitan sumar esfuerzos, no dividir a la población; por ello a esos les digo que, en este momento calladitos, tal vez, y soy enfático, tal vez se vean más bonitos.

Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.

Related posts