ALFIL NEGRO

A veces, o muchas veces

Sueño tantas, tantas cosas,

Que vuelo entre las estrellas

Y soy viajero del tiempo,

Combatiente allá en Alecia

Muy cerca de Julio César,

Caminando y escuchando

A Sócrates y a Epicuro,

Soy alumno de Platón

De Aristóteles y Hegel,

Y sentado en la ladera

Escucho al Maestro hablar

El Sermón de la montaña

Bienaventuranzas santas,

Que nos llenan de esperanza

De luz y fuerza al andar,

Mientras el lago sagrado

Tiberíades de los peces

Es tormenta y paz igual.

Soy un viajero del tiempo

Y camino con mi madre

Aquel sendero de tierra,

Y como en aquellos días

Canto lo que le gustaba

“Dos arbolitos” tan bellos,

Ir juntos a la capilla

De nuestro padre Jesús,

Rezar con gran devoción

Padre Nuestro y a María,

Mientras en el parque juegan

Niños que después se fueron,

Pero viajero del tiempo

Los sigo viendo pequeños,

Aunque muchos son abuelos

Y otros ya se marcharon.

Sueño que soy importante

Todo mundo me saluda,

Más de uno hasta se inclina

Se descubren la cabeza,

De “Señor” nadie me baja,

Yo decido y yo ordeno,

Soy el poder del camino

Y la luz que los alumbra,

Aunque despierto y me miro

Nada ha cambiado en mi vida,

Soy el mismo caminante

Con ilusiones y penas,

Feliz de ver a mis hijos

A mi esposa y mis hermanos,

No me interesa la estatua

Que pensaba entre mis sueños,

Prefiero ver a mi gente

Sanos y con trabajo,

Honrados y siempre leales,

Lo demás, lo demás sale sobrando.

Sueño en escalar montañas

El Everest y Aconcagua,

En sumergirme en océanos

En Java o en las Marianas,

En cruzar desfiladeros

Con elefantes de guerra

Como hizo el gran Aníbal,

O en llega a la luna

O Marte o hasta saturno,

Viajar siempre todo el tiempo

Caminar toda la vida

Hasta el fin de la calzada.

Sueño en que al cerrar los ojos

Mis hijos estén conmigo,

Ni se diga mi señora

Mis hermanos y amigos,

Para decirles muy quieto

Que por ellos todo vale,

Que su amor y su cariño

Serán lo que determine

Mi suerte en el más allá.

Sueño en mi árbol de peras

Y en sus nidos de gorriones,

En un colibrí de acero

Y en una nube qué pasa,

Y ya con la noche encima

En una luna tan blanca

Plata pura de las minas,

Y estrellas que se encienden

Y se apagan con la lluvia,

Y el viento que en las calles

Es caballo fiero y brusco

Sin charro que lo domine

Ni fuete que lo controle.

Sueño y sueño todo el tiempo,

Porque al paso de los años

Sólo nos queda soñar,

Sabiendo como sabemos,

Que como dijo el poeta

Don Calderon de la Barca:

“¿Qué es la vida? Una ilusión,

Una sombra, una ficción,

Y el mayor bien es pequeño,

Que toda la vida es sueño,

Y los sueños, sueños son”.