ALFIL NEGRO
En la elección del cinco de junio sólo uno de los cuatro candidatos ganará, y de hecho sólo uno de los dos candidatos fuertes JULIO MENCHACA DE MORENA Y CAROLINA VIGGIANO DEL PRI será el vencedor, porque ya en los hechos los otros dos candidatos no tienen opciones de triunfo. Sólo uno será gobernador de acuerdo a lo que decida el ciudadano con su voto.
Con una situación, que puede provocar muchas cosas, que los dos punteros y siempre de acuerdo a sus datos se dicen ganadores desde ya: MENCHACA de conformidad con lo que dicen las encuestas serias y de acuerdo con lo que le dice el apoyo popular y sin duda el apoyo de la marca AMLO, que sigue siendo pese a todo un poderoso imán de apoyo popular y nuestro estado no es la excepción. Por su parte, VIGGIANO con sus mediciones, su estilo de campaña y una intensa presencia en redes sociales, donde su equipo de campaña la ha promovido con un trabajo bien hecho aunque alejado de la forma de pensar del hidalguense se declara desde ya vencedora.
Sí, los dos se declaran vencedores, la bronca será el día de la elección en que pueden pasar muchas cosas con tal de ganar, incluidas acciones de violencia que la autoridad seguramente ya mide con decisiones preventivas.
Va a ser interesante cómo actúan MORENA Y EL PRI al final de la elección cuando el IEEH dé a conocer su encuesta de salida donde ya se tendrá una idea de cómo van las tendencias, aparte de sus propios datos.
Si se saben con la victoria no habrá problema porque todo será fiesta y celebración, pero si los datos dicen lo contrario la situación se puede enredar porque se puede iniciar una conducta de descalificación de la elección y rechazó del resultado con todo lo que esto provoca.
Porque lo que se juega en esta elección no es sólo la gubernatura sino lo que significa Hidalgo para MORENA Y PARA EL PRI.
Para Morena la posibilidad de dejar fuera al partido tricolor que por 93 años ha gobernado Hidalgo sin alternancia ninguna y para el PRI no sólo mantener el poder sino fincar para el priismo nacional un camino para la elección presidencial del 2024 ,y particularmente para su dirigente nacional la posibilidad de la candidatura, que lo llevó a imponer una decisión de su apuesta por la gubernatura que no gustó mucho al priismo del estado y un distanciamiento fuerte con el gobernador Fayad. Todo esto en juego el 5 de junio en Hidalgo.
