REPORTAJE | “Sólo esperamos que la lluvia caiga”

LAGUNA DE METZTITLÁN: PARTE 1
*La problemática tiene años pero no se puso atención, y en menos de dos meses, la laguna se quedó completamente seca

Como si alguien hubiera tocado un botón para drenar el agua, en menos de dos meses, el poco líquido vital que se encontraba dentro de lo que quedaba de la laguna de Metztitlán se fue. Algunos creen que se evaporó, otros en cambio descartan esa posibilidad ante la forma en que parece que los peces lucharon sus últimos momentos por intentar ponerse a salvo.

Algunas voces hablan del cambio climático, otras recuerdan que esta situación no es nueva en la región. En tanto, los pescadores han aprendido de la situación, y mientras sus lanchas reposan completamente secas al fondo de la laguna en la que solían navegar, pastorean distintos tipos de ganado, otros aprovechan para meter el tractor y buscar sembrar algo en lo que se prolonga la sequía ya que si bien no hay agua en la superficie, la humedad de la tierra es favorable para hacer crecer cualquier tipo de cultivo.

De acuerdo con algunas fuentes, la extensión de la laguna es de alrededor de 96 mil 642.94 hectáreas, sin embargo está conformada por zonas que se desecan estacionalmente; es decir, que el estimado de territorio que siempre estaba cubierto por el agua era de 500 hectáreas, mismas que hoy también están secas.

Calentamiento global

En entrevista, el secretario Municipal de Metztitlán, Erick Iván Montiel Martínez, refirió para Diario Plaza Juárez que la sequía en la laguna no es un tema nuevo aunque en esta ocasión se ha visto con mayor gravedad ante la desecación completa de la demarcación que anteriormente no se quedaba completamente sin agua.

“No es un tema nuevo, en 1998 sucedió, estuvo por secarse completamente y en 1999 fue la inundación”, sin embargo señala que gran parte de la problemática que hoy se vive deriva principalmente del calentamiento global y los cambios drásticos de temperatura con las modificaciones climáticas que se viven en todo el mundo.

“Vemos el tema del cambio climático que está afectando esta parte de la laguna, y afecta a los pescadores que hay aquí y en el municipio de Eloxochitlán, lamentablemente con esta falta de agua su actividad primaria quedó nula”.

Destacó que para los pescadores de la región que son más de 120, la situación se ha tornado grave, ya que a pesar de que se apoyó para que algunos comenzaran con la producción de peces en estanques privados, el atractivo turístico que representaba la laguna mermará la venta de este producto sobre todo en las próximas vacaciones de Semana Santa en la que se tenía una venta de hasta 20 toneladas de especies de peces como: tilapia, mojarra y bagre.

Finalmente, refirió que no hay nada más que se pueda hacer, más allá de la concientización de la población sobre la problemática de la contaminación y esperar que con las lluvias de este año, la laguna recupere su cuerpo de agua que de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se estima en  9.2 millones de metros cúbicos.

Pescadores

De acuerdo con Santiago Barrera Santamaría,  los pescadores que se aglutinan en varios grupos de los cuales dos son de Eloxochitlán, y los demás de Metztitlán, y que en conjunto son alrededor de 125, han visto con tristeza como el agua de la laguna desaparece, sin embargo señalan que no es la primera vez que ocurre esto.

A sus 54 años, don Santiago ha visto este tipo de sequía en tres ocasiones, “la vi en 1988, luego diez años después en 1998 y ahorita otra vez”, razón por la que señaló que la pesca no es la única fuente de alimentación para su familia, ya que además de esta actividad se dedica a la ganadería y a la agricultura.

“De dos años para acá, el agua comenzó a irse, vimos que la laguna no recuperaba su nivel y así se fue para abajo, va más de un año y medio en que no cae lluvia fuerte y así se fue hasta que se quedó sin nada como se puede ver”, explicó.

De igual forma apuntó: “le tiramos que en esta temporada podamos recuperar la laguna,  si Dios nos favorece con las lluvias entre agosto y septiembre esperamos que se esté recuperando, solo nos queda esperar mientras nos ganamos la vida de otras formas”.

Caminar por el fondo.

En algunos videos y fotografías que los mismos pobladores han subido a sus redes sociales se puede ver la magnitud de la “sequía”, como el material proporcionado por la Consultoría XXI, en dónde se puede apreciar hasta dónde llegaba la laguna antes de comenzar a secarse, así como un grupo de pelícanos, aves canadienses que emigraban a esta región.

Sin embargo hoy, lo que se acostumbraba recorrer conduciendo una lancha, se puede hacer con el automóvil, kilómetros adentro, en lo más remoto de la laguna, donde pocas veces se ha visto seco, la tragedia nos aguardaba, el suelo cuarteado nos permitía caminar en dónde antes nos hubiéramos podido ahogar ya que la profundidad es de alrededor de 10 metros, aunque de acuerdo con los pobladores, cuando fue la inundación en 1999 hubo lugares donde alcanzó los 30 metros de profundidad.

La sensación de caminar en esa parte donde todavía se encuentra un poco de humedad hasta el fondo, es similar a la que se siente cuando se camina sobre piso de foami, y conforme se avanza hasta la parte que se secó al final, podemos sentir como la humedad todavía provoca hundimientos mayores a los percibidos, incluso existe la advertencia de no caminar más allá porque hay riesgo de  hundirse en el lodo.

En tanto la forma que adoptaron algunos peces durante la desecación varía, hay peces que se ven quietos como los que se compran en el mercado, en otros se puede reflejar la desesperación que les provocó sentir que se quedaban sin agua en sus cuerpos contorneados, otros más los de las orillas se quedaron atrapados en ficticias piletas de agua que al secarse los dejaron sin posibilidad de moverse a otro lado. Son miles de restos de peces los que se pueden percibir en kilómetros de lo que hoy más bien parece un desierto.

En tanto, en las zonas que se secaron primero, hay retoños de hierba que el ganado aprovecha para el consumo, de igual forma hay zonas en las que los lugareños han preparado para cultivar ya que esperan que las lluvias caigan hasta agosto o septiembre por lo que saben que pueden aprovechar para obtener una cosecha de algún producto que se tenga listo en tres meses.

LA LAGUNA QUE INTENTARON SECAR (PARTE 2)

Como en su momento lo refirieron pobladores y autoridades de Metztitlán, el problema de que la laguna se haya secado no es nuevo, de igual forma aunque hay presencia de cuatro grupos de pescadores en la región, los cuales aglutinan a más de 120 personas, la actividad principal en la región es la agricultura y la ganadería, ya que los campos que constituyen “la Vega” de Metztitlán, son reconocidos por su fertilidad y abundancia en cosechas, a pesar de que ahora también están amenazados por la falta de lluvia y la decreciente en el río.

En entrevista para Diario Plaza Juárez, algunos de los pobladores refirieron que la laguna no se secó por los cultivos, ya que aseguraron que estos se mantienen del agua de lluvia y del río, “el agua de la laguna no se ocupa para los cultivos”, dijeron, y agregaron que la preocupación por los cultivos no deriva de la falta de agua en la laguna sino de la falta de agua de lluvia y la disminución del caudal del río.

Sin embargo la historia de este municipio, así como de la laguna nos permite comprender un poco más sobre la situación ya que si comparamos la desecación de la laguna con la de las cascadas de agua azul de Chiapas, el interés es mucho mayor en el segundo caso debido a que estas cascadas forman parte importante de la economía local, no así la laguna de Metztitlán que aunque recibe turistas y demás, desde tiempos del porfiriato se contempló como un espacio que podría dar mayor rentabilidad seca que con agua.

Desecación

Aunque en esta ocasión todo pareciera indicar que la desecación fue por sequía, la historia de la laguna tiene mucho que contar, de acuerdo con un artículo escrito por María del Consuelo Cuevas Cardon y María del Carmen López Ramírez, investigadoras de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) titulado “Historia ambiental de una región de México: la Laguna de Metztitlán y sus alrededores, 1872-1949”, la desecación de la laguna se intentó hacer de manera artificial para aprovechar, como en otras zonas de la misma, las tierras húmedas para la agricultura.

En la introducción al trabajo que forma parte también de su tesis de doctorado titulada “Historia ambiental de la vega de Metztitlán, Hidalgo (1930-2010)”, UAEH, Hidalgo, las investigadoras refieren la visión de reconvertir zonas que tenían una pesca “considerada pobre” en zonas de producción agrícola.

“La historia de la desecación de los lagos del Valle de México se remonta a la época colonial, pero fue en el siglo XIX, durante el gobierno de Porfirio Díaz que se logró la desaparición de varios. Las razones fueron, principalmente, las inundaciones que con frecuencia había en la ciudad de México, la búsqueda de tierras para la agricultura: convertir terrenos poco productivos, con una pesca considerada pobre, a terrenos provechosos en donde se pudieran cosechar grandes cantidades de maíz; pero también se dieron por motivos de higiene, pues en ese entonces se pensaba que muchas de las epidemias podían deberse a los miasmas que dejaban los lodos”.

De igual forma apunta que la laguna de Metztitlán intentó desecarse por las mismas razones “sin embargo, en este lugar las condiciones físicas lo impidieron. Aun así, detrás de estos intentos hay una historia que permite analizar la estrecha relación de los fenómenos sociales y su impacto en el ambiente”, cabe destacar que los propios pobladores confirman la creación de túneles para drenar la laguna, mismos que ahora sin el agua son visibles en el lugar.

Superficie agrícola y temporal

De acuerdo con el panorama agropecuario en Hidalgo, contenido en el censo agropecuario 2007 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el municipio de Metztitlán se encuentra en el listado de los municipios con mayor superficie agrícola y de temporal, con un total de 6 mil 683 hectáreas de las cuales el 62 por ciento cuentan con sistema de riego, es decir 4 mil 146 hectáreas, mientras que el 38 por ciento restante (2 mil 537 hectáreas) son de temporal. Así mismo de las mil 502 unidades de producción, tres utilizan aguas negras para su riego y mil 500 lo hacen con agua blanca.

De igual forma Metztitlán es el tercer municipio con mayor producción de maíz blanco, con 2 mil 458 unidades de producción con 4 mil 6 hectáreas sembradas y 19 mil 997 toneladas obtenidas. En cuanto al maíz amarillo ocupa el sexto lugar con 2 mil 953 toneladas obtenidas por año agrícola. Mientras que en producción de frijol ocupa el primer lugar con 2 mil 919 toneladas de producción, así como el cuarto en producción magueyera con 556 toneladas.

Ganadería

En lo referente a ganadería destaca la producción de ganado caprino, que en 2007 ocupaba el cuarto lugar con 10 mil 25 cabezas, además de que se tiene ganado vacuno y de otros sin que estos figuren en los principales lugares de la estadística.

Pesca

Referente a la pesca el estado de Hidalgo produce principalmente mojarra, de acuerdo con los datos obtenidos en el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) del gobierno federal (ya que a pesar de hacer la búsqueda en el sitio de la Sedagroh todos los enlaces re direccionan al inicio y no a la publicación requerida en el buscador). En este sentido refiere que en Hidalgo se producen 8 mil 645. 14 toneladas de peces vivos de los cuales 4 mil 456. 99 son de mojarra; 3 mil 951.76 de carpa y 15 .33 de bagre.

Sin embargo en Metztitlán la pesca en tiempos de venta alta como las vacaciones de Semana Santa se lograba un poco más de 20 toneladas. Sin contar que sólo hay dos temporadas altas: las vacaciones de verano y las de invierno.

Siembra de peces en 2017

Cabe destacar que el 13 de agosto de 2017 el entonces titular de la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en el Estado de Hidalgo, Manuel Camarillo Castillo, informó la siembra de 100 mil crías de tilapia provenientes del estado de Morelos, con lo que aseguró que se tenía un total de 380 mil crías sembradas en la laguna con lo que esperaban recuperar niveles de producción que se tenían cuando la laguna era el principal embalse del estado de Hidalgo.

Ciclos naturales

De más de 380 mil peces que se sembraron ahí, hoy no quedan más que los cadáveres en el fondo de la laguna donde hace unos meses seguramente nadaban de un lado a otro, hoy en un silencio total, autoridades ambientales esperan que “los de arriba” les autoricen emitir informes acerca de lo sucedido en la laguna, en donde casualmente los peces no quedaron atrapados en un área dónde se consumió el agua “por evaporación o filtración” sino que quedaron en una demarcación amplia, regados como si de un momento a otro el líquido se hubiera ido, sumado a esto, se puede observar la ausencia de aves migratorias como los pelícanos canadienses, así como de otras especies en el ecosistema.

Desgraciadamente, el silencio de las autoridades federales y estatales genera muchas dudas, hasta el momento no han podido explicar cómo fue que en menos de dos meses la laguna se terminara de secar y por qué no se buscó una alternativa de solución, de igual forma en la creencia popular de la gente del municipio cuyo nombre significa “lugar de la luna”, está presente que después de una sequía viene una inundación.

Y al final queda la interrogante ¿Por qué se secó la laguna? ya que el hecho de que autoridades federales la den como perdida sin mayor información, y de que la zona no tiene como primer actividad económica el turismo ni la pesca y al contrario tenga buenos lugares en la agricultura, en terrenos donde anteriormente llegaba el cuerpo de la laguna, nos remontan al periodo colonial, al Porfiriato, donde se desecaron muchas zonas como la laguna de Metztitlán para convertir el terreno en miles de hectáreas de cultivo.

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