Soldados mientras construye su muro el presidente Trump

NÚMEROS CLAROS
El presidente Donald Trump, señala que la situación fronteriza ahora ha llegado a un punto crítico, por lo que ha decidido movilizar a las tropas de la reserva para cuidar su frontera con México

Donald Trump no vacila en cumplir con sus promesas de campaña. Mientras se sigue negociando la “modernización” del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá, explicando que no les aplicará aranceles a las exportaciones de acero que hagan estos dos países en el marco del tratado, como lo hará con China y otros países, sí la renegociación arriba a buen término; por otro lado, y sin previo aviso, decide militarizar la frontera sur de su país, a falta de recursos federales para construir el muro fronterizo prometido.
En una nota a sus Secretarios de Defensa, Seguridad Nacional y su Fiscal General, el presidente Donald Trump, señala que la situación fronteriza ahora ha llegado a un punto crítico, por lo que ha decidido movilizar a las tropas de la reserva para cuidar su frontera con México. En el documento, ordena al Secretario de Defensa que apoye al Departamento de Seguridad Nacional para asegurar la frontera con nuestro país y detener el flujo de drogas y la inmigración ilegal; solicitando que presenten un informe dentro de los próximos 30 días, sobre medidas alternativas para lograr los objetivos.
Todo ello, debido a que el presidente Trump considera que la amenaza contra la seguridad nacional de su país es real, debido a los niveles de tráfico de drogas, la actividad de las pandillas y la inmigración ilegal. La reacción del Senado de la República ha sido tajante, ha sugerido al Ejecutivo suspender de inmediato toda colaboración fronteriza con los Estados Unidos, lo cual podría terminar afectando las negociaciones sobre el TLCAN y darle el pretexto al presidente Trump para ponerle fin.
Kirstjen Nielsen, el Secretario de Seguridad de los Estados Unidos, ha disco que discutió con los gobernadores de los estados fronterizos del suroeste y han trabajado con ellos para desarrollar acuerdos, incluido el número de miembros de la Guardia Nacional para ser desplegados, algo que pone en evidencia la posibilidad del deterioro de las relaciones entre los Estados fronterizos de ambos países, si no se logra dialogar sobre este punto y llegar a acuerdo bilaterales entre ambos países, pues el gobierno mexicano bien podría liberar los controles sobre los flujos de inmigrantes ilegales para que pasen a los Estados Unidos, que es su objetivo final cuando entran al país por la frontera sur mexicana.
Sin duda, la actitud asumida por el presidente Trump y su nuevo decreto, es una respuesta a la caravana de inmigrantes, en su mayoría hondureños, guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses, que partió el 25 de marzo de Tapachula, Chiapas, en la dirección de los Estados Unidos, la cual pretende denunciar la difícil situación de los migrantes que cruzan México y el trato que reciben en los Estados Unidos. La caravana enfureció al presidente Trump a través de tweets incendiarios, los cuales recibieron respuestas.
No es nueva la presencia de la Guardia Nacional de los Estados Unidos en la frontera sur. La Guardia Nacional ha intervenido en la frontera estadounidense con México en 2010, por órdenes de Barack Obama; así como en 2006-2008 con George W. Bush. Ahora el presidente Trump, mientras construye su muro, ha decidido desplegarla de nuevo; mientras renegocia el TLCAN, el cual corre el riesgo de desaparecer, lo que provocaría que más del 80% del total de las exportaciones mexicanas que llegan a los mercados estadounidenses hoy, choquen contra barreras arancelarias y se deterioren aún más las relaciones entre ambos países, arrojando a México a los brazos de China.
China está ya enfrentada a los Estados Unidos. En el plano diplomático, las contradicciones entre chinos y estadounidenses han ido en aumento con el caso de las pruebas nucleares de Corea del Norte; mientras que en el plano comercial, ya ha iniciado una guerra. China ha tomado ya represalias contra los impuestos estadounidenses a las importaciones de acero chino y la publicación de una lista de productos chinos sujetos a impuestos.
Las autoridades de Beijing han reaccionado violentamente contra los impuestos estadounidenses a una lista de mil 300 productos chinos, los cuales podrían someterse a imposición a la importación si las negociaciones entre los dos países no tienen éxito en las próximas semanas. Esa misma suerte podría correr México ahora si en lugar de buscar el diálogo y la negociación con el presidente Trump, busca el enfrentamiento y el fin de la colaboración con el gobierno estadounidense, tal como lo pide el senado de la República.
Al final, cada país está en el derecho de hacer lo que mejor convenga a sus intereses en su territorio y el gobierno de México debería hacer más para proporcionar empleos y salarios dignos a los millones de mexicanos que emigran a los Estados Unidos para sobrevivir, cuando en el país no encuentran alternativas para mejorar su nivel de vida.

Related posts