RELATOS DE VIDA
Escondida bajo las penumbras trataba de pasar inadvertida, desconocía los peligros que podría encontrar o el riesgo que una persona la encontrara; sin embargo tenía miedo, temblaba, aunque también podría ser de frío.
En momentos se asomaba y vislumbraba hacia dónde podía ir, quería diseñar la estrategia de escape del escondite, no tenía noción del tiempo que había estado agazapada observando pasos y escuchando conversaciones.
Cuando se armaba de valor para salir corriendo, una sombra a lo lejos la detenía, y así esperaba un rato más hasta volver detectar el momento ideal para huir y encontrar una nueva guarida que la guiara a otro rincón seguro y salir del lugar que no recordaba haber visto o recorrido en alguna otra ocasión.
Tenía hambre y aún presentaba escalofríos, se acurrucó en un rincón y trató de dormir para desviar los nervios y tomar las fuerzas necesarias para correr, correr sin detenerse hasta su siguiente destino.
La despertó una charla, se asomó por un pequeño espacio pero al ser vista regresó a la oscuridad, las voces se acercaban intrigadas por lo que habían alcanzado a ver, detuvieron su marcha y poniéndose de rodillas trataba de encontrar y aclarar lo que habían visto.
No tardaron mucho en hallarla, la tomaron en brazos y arroparon dentro de una chamarra, unos pasos más y estaba en un lugar alumbrado y caliente, aunque los temblores volvieron a recorrer su pequeño cuerpo.
Su olfato detectó alimento, lloró un poco y le acercaron un poco, aún con desconfianza se acercó al plato, pero el pleito intestinal le ganó al miedo, comenzó a comer y en cada ingesta el temblor desapareció.
La barriga estaba llena y dio un vistazo a todo el espacio, dio un giro de 360 grados para ubicar a dónde había llegado, le hacían preguntas que no entendía, mismas que eran contestadas, -esta gordita y bien cuidada, debe estar perdida.
Pasaron algunos días de trabajo para encontrar su casa, pero el resultado no fue satisfactorio, después de algunas dudas, la adoptaron en el hogar, sus días ya no eran tenebrosos ni de incertidumbre; ahora tiene una casa, una familia, alimento, cuidados y cariño.
