Slim, una biografía política

El Arte de Novelar         

El libro de Diego Enrique Osorno, “Slim, biografía política del mexicano más rico del mundo”, publicado por Debate, Random House, en 2015, en México, es un registro interesante de uno de los mexicanos más poderosos de la actualidad, un hombre que tenía una alberca sin agua, un hermano en la policía política, que lucha por ser feliz, que ama a sus hijos, que es parte de la historia económica de México y que vive en un sueño que empezó cuando joven, justo cuando descubrió, en 1955, que su patrimonio era de 5 mil 523.32 pesos. Tenía 15 años y abrió su primera cuenta de cheques a los 12.

Usted puede pensarlo: Nada es casual, y el personaje de este libro es alguien que le puso cara a la vida como le llegó y sacó el mejor partido.

“Cuando Los Beatles lanzaron su primer disco sencillo, Slim se graduaba como ingeniero civil en la UNAM”, y era un joven normal, según sus amigos no daba indicios de su habilidad para los negocios, y desde luego, tampoco como factor importante en la política mexicana. Al parecer no se dejó afectar por los movimientos estudiantiles de su tiempo. Este señor que tiene a “toda la población mexicana pagando tarifas telefónicas exacerbadas,” que inició “su carrera formal como empresario en 1965”, año en que los Dodgers ganaron la serie mundial con Sandy Koufax como estrella, según cuenta Osorno, es un hombre de convicciones, que reconoce como su mentor empresarial a su padre y que supo domar todos los fuegos. Por cierto jugó béisbol de cátcher y nadie le robaba la segunda. Eso dicen.

Este mexicano, de ascendientes libaneses, conduce su Mercedes en el tráfico de la ciudad de México, bebe con moderación, no quiso confesar cómo conoce a sus amigas y si ve tirado un billete de 200 pesos en el piso no lo recoge porque saldría perdiendo. Este libro es producto de varias entrevistas que Diego Enrique Osorno, nacido en Monterrey, México, en 1980, capitalizó en un proyecto que le llevó alrededor de 10 años. Las entrevistas fueron a Carlos Slim Helú, a sus familiares, socios, amigos, enemigos y periodistas que lo han observado desde el siglo pasado. Revitalizó su trabajo con investigaciones en documentos y siguiendo atentamente la trayectoria de un magnate que todos los días es noticia. Diego es periodista pero escribe con sentido literario, incluso es capaz de generar emoción, más allá de los datos duros. En muchas partes de esta investigación hay mezclas de diálogos con descripciones y, desde luego, se mantiene atento a un principio de escritura propio de la novela policiaca clásica: seguir la ruta del dinero.

Nos cuenta Diego, “en 2007…Slim apareció por primera vez a la cabeza de la lista que publica la revista Forbes, donde se documentan las fortunas de los hombres más ricos del mundo”. Nos pone al tanto también de su desencuentro con Televisa y TV Azteca por el negocio de las telecomunicaciones, incluso agrega el caso de unos mexicanos detenidos en Honduras por narcotraficantes, atrapados en seis camionetas con el logotipo de Televisa. Una historia que me fue referida por un embajador y que es una tentación para la literatura negra. Su relación con la prensa es normal, de la amistad a la desconfianza, del ataque al análisis sin prejuicios. La verdad es que Slim es una ámpula con una aguja cercana para el periodismo funcional. Algunos que han estado al otro lado del tablero lo definen como un ingeniero muy inteligente y ambicioso. Me gusta que haya cedido a Carlos Monsiváis el edificio donde está “El Estanquillo”, el museo personal del maestro. Y, acá entre nos, siempre me gustaron los zapatos Domit, que fabricaba el padre de su finada esposa Soumaya, cuyo nombre permanece en uno de los museos de arte moderno más importante de nuestro país, con una colección de primer orden.

Carlos Slim es también el hombre que le regaló una tele Sony a Fidel Castro, el que piensa que López Obrador debería conocer más para entender el mundo, que es amigo de Felipe González, que tiene una biblioteca que incluye libros de Carlos Fuentes autografiados, que jugaba dominó en la cantina Pico de Gallo con Roberto Hernández y Alfredo Harp Helú, que fundó Carso, que restauró el centro histórico de la Ciudad de México, que ha creado un Slimtour en Manhathan, que celebró a Sophia Loren, la mujer más hermosa del siglo XX, quien lo calificó como “único”. Diego, qué bien que escribiste este libro, es bueno para todos conocer el vaivén de la vida de uno de los hombres más ricos del mundo, y también enterarnos que es falible y que Sophia Loren no sólo le robó la segunda, sino el home. A poco no.

 

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