
Con préstamos de dinero, recorte de personal y una estrategia bien planteada, Carmen Zarco Conde, dueña de la Taquería Charly, ha sobrellevado la contingencia sanitaria provocada por el covid-19. A pesar de dos robos que ha sufrido durante este periodo y de la reducción de clientes espera poder salir adelante y dejar sólo en el recuerdo, esta mala experiencia.
La taquería está ubicada sobre el bulevar Colosio, a la altura del puente de San Cayetano en Pachuca, ahí doña Carmen atiende a sus clientes. Cuando el semáforo epidemiológico estaba en color naranja permitía que comieran en el lugar, sin embargo con el regreso a semáforo rojo, las cartulinas de “sólo para llevar” regresaron.
“Este negocio comenzó como un sueño y por la necesidad que teníamos como familia. En aquel entonces con préstamos de familiares pudimos poner este negocio con mucho trabajo, ahora no está mi ex esposo, yo soy la dueña y tengo trabajadores”. Explica sentada a un lado del estanquillo donde usualmente se sentaban a cenar las personas de vida nocturna: taxistas, camioneros, traileros, meseros trabajadores y clientes de centros nocturnos y antros, así como trabajadores sexuales, entre otros, mismos que ahora con el tema de la pandemia, rara vez llegan a comer tacos.
Con la crisis económica generada, doña Carmen se vio obligada a despedir a tres de sus ayudantes “es muy difícil, porque entiendo que tienen familias y que este momento es crítico pero tampoco se puede sostener un negocio si no sale ni lo de la nómina de dos”, explicó. Y agregó “tenía cinco ayudantes, se han ido tres, los dos que se quedaron trabajan tres días uno y tres el otro, y el sábado los dos”.
“Antes de la contingencia, se cerraba hasta las cinco, ahora atendemos hasta las dos de la madrugada, ya no hay gente, acortamos el horario de cierre, han habido ocasiones en las que no ha salido ni el sueldo para los empleados, ha sido muy difícil para mi el sobrellevar este negocio ante esta situación tan difícil, tuve que pedir unos préstamos para poder sobrellevar la situación”, explica la dueña de uno de los negocios que aún sobreviven durante la contingencia.
De igual forma, con extraña compasión y comprensión de la situación narra cómo a finales de marzo cuando iniciaba la contingencia y el pasado 20 de mayo, fue víctima de los ladrones que abrieron el estanquillo donde vende y se llevaron además de utensilios la materia prima para cocinar los tacos: la carne, tortillas, salsas y verduras.
“Ha sido muy difícil, no hay clientes, no hay ventas y encima se roban lo poco que teníamos”, lo dice mientras su vista se pierde hacia las videocámaras de videovigilancia que se encuentran sobre el bulevar Colosio, mismas que no pudieron registrar el actuar de los ladrones.
Doña Carmen, señaló que espera poder pagar los pŕestamos que ha tenido, mientras coloca su gel y sus cartulinas en el puesto que fue uno de los que las autoridades sanitarias nunca pasaron a visitar “aquí no vinieron, yo me enteré de las medidas por los compañeros taqueros a los que sí los visitaron las autoridades, y por los medios de comunicación, pero de ahí en fuera ni préstamo, ni apoyo ni un cubrebocas nos ha tocado”, dijo.
Finalmente, la dueña de la taqueria Charly, emitió un mensaje para los trabajadores de las taquerías “se que es una situación muy difícil compañeros taqueros yo lo estoy viviendo no hay más que echarle ganas, este es nuestro sueño, esta es nuestra forma de vivir, la taquería es la solvencia de nuestra familia. Hay que echarle muchas ganas, no desistan, aguanten, que de esta tenemos que salir”.