PEDAZOS DE VIDA

I
Es como si el aire te faltara, y si que es como, porque en  realidad no te falta ni se estruja el pecho, pero es con lo único que puedo comparar esta sensación, de vacío, de soledad. Cuando cargaron con el ataúd pude comprender que era tu último viaje y que tú ni siquiera lo sabías, ibas ahí dentro seguramente sin aire, y para que lo querías si ya no pudiste respirar más…
II
Caminaba lentamente, en la noche por lo general no se alcanza a ver muy bien en estas calles que a veces llegan a ser iluminadas por la luna, el cabrón ese ni cuenta se dio de que el niño disfrazado de esqueleto intentaba cruzar la calle. El grito de una madre desgarró el momento.  Pronto decenas de monstruos rodearon el cuerpo, lo habían atropellado en el Día de Muertos.
III
Le habían advertido que si tomaba algo de la ofrenda del Día de Muertos, los difuntos no se lo perdonarían, le habían contado historias de personas a las que “los muertitos” les habían ido a jalar “las patas”, pero todo le valió “queque”, fui y agarró del camote que había en la mesa, se sirvió y disfruto a grandes cucharadas de ese magnífico postre que pone la tía Adela.
De inmediato sintió la picazón en los labios, la hinchazón de la cara, luego fue el aire, seguramente un difunto la estaba estrangulado y ella no podía verlo, pidió perdón y la familia de espantó al verla, llamaron al doctor y descubrieron que mi prima tiene alergia.
 Desde ese entonces mi prima la Chayo le tiene mucho respeto a las ofrendas, y mi tía no volvió a experimentar con recetas Y la miel de abeja está prohibida en esa casa. Bonita forma de enterarse de las alergias.