Home Nuestra Palabra Simulación

Simulación

0

LA GENTE CUENTA

Los rayos del sol comienzan a invadir tímidamente la superficie terrestre, y la ciudad no tenía el ritmo habitual de cada mañana, por increíble que fuera; y ahí está ella, bajo la sombra de un parabús, esperando el vehículo que le lleve a su lugar de trabajo, mientras otras personas se acercan a para protegerse del calor matutino.
    Muchas de las personas llevan a cuestas bolsas abultadas llenas de juguetes, en evidente espera de que finalmente sea el día seis para entregarlos a sus respectivos destinatarios; otros, con mochila en la espalda, también están en la disposición de entregarse a sus labores diarias, aunque con poco ánimo.
    Entre ese conjunto de extraños, uno sobresale por la forma descuidada por la que luce: pantalones y playera gastada y sucia, lentes oscuros y una mochila con la misma investidura que sus prendas. El resto de la gente no le presta mucha atención, pero ella se alarma, y comienza a sudar frío.
    La pesada unidad que sirve de transporte finalmente llega al parabús, mientras que los demás se levantan para tomar un lugar dentro. Ella hace lo mismo, sube al camión destartalado y toma asiento, ensimismada, pensando en otra cosa que en sacar adelante su trabajo. Pero en un arranque de miedo, miró que el chico desarreglado también subió…
    Pensó rápidamente en bajar del camión, pero este ya estaba en marcha. Y en ese instante… comenzó un acto de simulación. El camión donde estaba se convirtió en una sucursal de alguna historia macabra, de las que suelen aparecer en las noticias.
    En una actuación perfecta, el tipo de ropas gastadas convenció a todos de que todo estaba perdido, y que no había escapatoria. Ella se horrorizó cuando el tipo de acercó a ella y le demostró como asaltan en los sitios más peligrosos de la gran ciudad, con utilería bastante realista cerca de su cuello, mientras ella se imaginaba el titular de las noticias al día siguiente.
    Las monedas cayeron voluntariamente al final del show, no como una muestra de buena actuación. Cuando el camión llegó a su destino, ella descendió, temblando, caminó no con la parsimonia previa, derrumbándose después en una banca para aliviar su alma.