CINE DE HOY
En esta ocasión vamos a hablar de “Una mano bajo la nieve y otras historias”, siete cortometrajes que son los pininos de directores que prometen hacer grandes cosas en el futuro.
Aunque fueron filmadas de manera independiente, los siete cortos que conforman el largometraje “Una mano bajo la nieve y otras historias”, tienen mucho que ver entre ellos, como pudimos ver en la premiere celebrada en el Cine Club 242.
El mejor de ellos es el que da título a la cinta de José Esteban Pablovich, que narra la historia de un gemelo que va a recuperar el cadáver de su hermano militar y lo encuentra mutilado de una mano.
Tres de ellos giran en torno de la familia, como “Silvestre” de Rafael Martínez Sánchez sobre cinco hermanos que discuten acerca de la inexistente herencia de su padre.
En un tono documental en “La vista desde arriba”, la trama sigue los pasos de una cuadrilla que se dedica a desplegar espectaculares en grandes edificios de la ciudad.
“Cóctel para dos” de Alejandro Ulloa nos cuenta las desavenencias de una pareja.
El más ambicioso de todos es “Cuando te escucho cantar, olvido” de Julio César Durán, que recuerda las cintas de la nouvelle vague francesa de Eric Rohmer y Agnes Varda, con pantalla dividida y diálogos complementarios.
Los más fallidos son los de José Luis Isbord, quien en “Amistad” narra la relación entre unos recolectores clandestinos de huevos de tortuga y “El cortometraje”, que pretende recrear la filmación de una película porno independiente.
Cinco nuevos directores que hacen sus pininos, y a quienes deseamos buena suerte en sus futuros trabajos.
Dato: Los más fallidos son los de José Luis Isbord, quien en “Amistad” narra la relación entre unos recolectores clandestinos de huevos de tortuga y “El cortometraje”, que pretende recrear la filmación de una película porno independiente
