• A 141 años de su natalicio, organizaciones campesinas sepultan en el olvido al caudillo del sur

A pesar de ser uno de los iconos más importantes de la lucha campesina en México, presente en ideales y hasta en consignas que se gritan en manifestaciones, el nombre del caudillo del sur, Emiliano Zapata, en el marco de su natalicio el pasado 8 de agosto, fue olvidado por las organizaciones campesinas que tradicionalmente año con año se habían reunido para hacer una guardia de honor y dejar una ofrenda floral a los pies de la estatua de Zapata en el Monumento a la Revolución de la capital hidalguense.

Este 2020, a pesar de que algunas organizaciones se han reunido para manifestarse o realizar conferencias de prensa, la conmemoración del natalicio de Emiliano Zapata pareció no tener mayor relevancia en ninguna de las más de 15 organizaciones que tienen presencia en Hidalgo, ni las aglutinadas en el Congreso Agrario Permanente (CAP), ni las del Frente Auténtico del Campo, ni las que se dicen ajenas a estas agrupaciones, se acordaron de llevarle una flor al emblema de la lucha campesina en México.

Tradicionalmente antes del mediodía, se reunían representantes de diversas organizaciones para homenajear a Zapata, recordar que los ideales y la lucha campesina continúan, sin embargo este la fractura que se ha dado dentro del CAP y la lucha aparte que han emprendido los del FAC, al parecer hicieron que se olvidaran de Emiliano Zapata, y ni unos ni otros se hicieron presentes. Todavía había esperanza de que hubieran pospuesto el homenaje para ayer domingo, sin embargo tampoco sucedió.

Y aunque por un momento pareciera que se pudiera poner de pretexto la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19, cabe destacar que el trabajo del campo así como de las organizaciones no se ha detenido por esta situación, es decir que a 141 años del natalicio del Caudillo del Sur, en Pachuca los líderes campesinos lo sepultaron con su olvido, y hoy las únicas flores que tiene el monumento son una mata de bugambilias que por naturaleza no ha dejado de florecer a diferencia de aquellos movimientos que tenían como estandarte los ideales de Zapata.