“Si es así, me encanta”, respondió el hijo de Trump

Oferta de “información sensible” del Kremlin

    •    El mail señalaba que el material que se le iba a suministrar contra Clinton procedía del Gobierno ruso y “formaba parte del apoyo a Trump”… El “Rusiagate” toma bríos


La cita se concertó a través de Rob Goldstone, un agente musical británico a quien Trump Jr. conoció en 2013, en el concurso de Miss Universo que organizó su padre en Moscú. Goldstone es a su vez representante del cantante pop Emin Agalarov, cuyo progenitor, el constructor Aras Agalarov, patrocinó con 20 millones de dólares el concurso de belleza y está en la órbita de Vladímir Putin. La relación establecida por Trump con los Agalarov es tan estrecha que el magnate estadounidense aparece en un vídeo del músico.
Alguien tuvo que sonreír en Moscú. La reunión que mantuvo en plena campaña electoral el hijo mayor de Donald Trump con una abogada rusa bajo la promesa de recibir “información incriminatoria” sobre Hillary Clinton fue supuestamente impulsada por el mismo Kremlin. El cruce de correos destapado entre Trump Jr. y un intermediario lo muestra en toda crudeza. “Es un nivel de información muy alto y sensible, pero es parte del apoyo de Rusia y su Gobierno a Trump”, señala un mail enviado al primogénito, cuya respuesta a la oferta de juego sucio extranjera fue meridiana: “Si es lo que dices, me encanta”.
Vladímir Putin. Antes y después de las elecciones. Dentro y fuera de la Casa Blanca. La sombra del presidente ruso se ha instalado Washington, ha entrado en el Despacho Oval y ahora alcanza a la misma familia de Donald Trump. El cruce de correos electrónicos entre el primogénito y su intermediario británico, revelada por The New York Times y por el mismo hijo del presidente, dispara más que nunca la sospecha de connivencia entre Moscú y el equipo electoral del republicano en los ataques a la candidata Hillary Clinton. Una supuesta colusión que se ha vuelto la piedra de toque de la investigación que encabezan el FBI y el fiscal especial Robert Mueller.
Su base es el informe elaborado por las tres principales agencias de inteligencia (CIA, FBI y NSA) que establece que el presidente ruso ordenó a su servicio secreto una operación para interferir en los comicios de EU, dañar la imagen de Clinton y facilitar el triunfo de Trump. El ataque supuso el saqueo de los ordenadores del Partido Demócrata y de los correos del jefe de campaña de Clinton. El material fue posteriormente filtrado a Wikileaks.
Fue precisamente en el apogeo de este ataque ruso cuando se celebró la reunión. El equipo de Trump, aunque ahora le reste peso, le dio en su momento máxima relevancia. Tanta que participaron Trump Junior, el yerno del magnate, Jared Kushner, y el entonces jefe de campaña, Paul Manafort. El lugar elegido fue el piso 25 de la Torre Trump, sancta sanctorum del imperio y epicentro de las operaciones electorales del republicano. Pese a la gravedad del asunto, el candidato, según su hijo, no fue informado.

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