RELATOS DE VIDA
No se trata de religión, meramente se tratan de señales que te manda un ser de otro plano, o bien, el mismo universo, pero sería importante tomarlas en consideración, y eso fue lo que hizo Lorena, a quien estas señales le ayudaron a despertar de la fantasía a la que se negaba dejar.
Lore, una chica de 35 años, había pasado por una ruptura muy fuerte, desde entonces estaba en terapia, avanzaba y retrocedía constantemente, sus decisiones no le permitían avanzar y finalmente sanar de la traición.
Llevaba más de medio año en terapia, al principio los pasos y logros fueron gigantes, hasta que regresó su ex pareja, continuaba con tratamiento psicológico pero también con una relación clandestina, nadie sabía que estaban juntos y que tenían una relación a escondidas, y aunque al principio se sentía feliz después de unos meses las confusiones le hicieron retroceder aún más.
Vivía en un mundo de fantasía, en el que creía que los detalles, los encuentros, los mensajes, se dirigían a concretar una relación bonita y sana, en donde las fallas del pasado los había llevado a un aprendizaje, lamentablemente no era así.
Comenzó con sueños extraños, en donde el tema principal era la infidelidad, y con el paso de los días reconoció que algunas acciones no estaban bien, pues regresaron las inseguridades y miedos.
Para distraer la mente descargó una red social de videos y mientras iba descubriendo el uso, le salían publicaciones de contactos a quienes comenzó a agregar, todo iba bien hasta que llegó a su pantalla el video de su ex pareja y ahora pareja furtiva, en él se observaba el trayecto hacia su casa dentro de su automóvil con el fondo musical de la canción “ella ya me olvidó”.
Mientras lo veía analizaba si la canción sería para ella, sin embargo por más que trataba de encajar la letra con lo que estaban viviendo no lo lograba, y comprendió que se trataba de alguien más.
Enojada y desilusionada, tomó aire, descartó el perfil y recordó los primeros pasos al momento de iniciar terapia, entendió que por más que se aferrara y se ilusionara no estaba viviendo lo que ella pensaba, dirigió la mirada al cielo y llorando dijo “gracias”, porque esa sencilla señal divina la regresó al camino.