Tizayuca

Son muchas las personas que utilizan el servicio de transporte de camiones para trasladarse. Ellos son quienes lo viven todos los días: “los camiones siempre se van correteando, debido a que entre cada parada deben cubrir un tiempo específico para llegar a su destino, tanto a México como a Pachuca y otros lugares”, comentan en actitud de hartazgo.
Dicen que los camiones van en alta velocidad para ganar pasaje, aunque esto implique que ya no quepan.
Por irse presionando en la carretera, pierden el objetivo de subir a más personas en cada parada, porque extrañamente, como llevan prisa, los dejan, y es que ahora el objetivo es ganar a su “rival” la siguiente parada.
La gente frustrada, al ver que no se detuvo el transportista, tiene que esperar el siguiente autobús… haber si esta vez tiene suerte.
Los viajeros que tienen “suerte”, suben, pero como el descortés chofer tiene prisa, arranca provocando que sus pasajeros se golpeen en los asientos o salgan volando, después de perder el equilibrio.
A los choferes no les importa que muchos de sus usuarios sean adultos mayores. Todas las personas llevan bolsas, o portafolios, o maletas, lo que no les permiten sentarse rápido, por lo que cuando el chofer acelera, pone en movimiento la integridad física de muchos de sus pasajeros.