
POR: EL PEQUEÑO TIMMY
Falta de conocimiento para no decir “alto grado de ignorancia”, han reflejado algunos y algunas integrantes de la 65 Legislatura en Hidalgo en las comparecencias de los servidores públicos en el marco de la glosa del quinto informe de gobierno de Omar Fayad Meneses, y no sólo del protocolo que se debe implementar en un ejercicio de rendición de cuentas sino también en el papel que debe jugar un diputado en una comparecencia.
Las comparecencias son ejercicios de rendición de cuentas de los funcionarios públicos ante los diputados que integran, en este caso, el Congreso Local, para que este ejercicio sea efectivo se debe contemplar que el funcionario conozca los temas que se generan en la dependencia en la que está al frente y por otra que los diputados hagan cuestionamientos acordes a la responsabilidad del funcionario y de interés para la población.
Sin embargo, los diputados integrantes de la 65 Legislatura se han quedado hundidos en su responsabilidad como diputados y Diputadas que deberían cuestionar de forma impecable y acorde al recinto, lo malo o no hecho por los funcionarios estatales. Lo que ha dejado la primera mancha que se adjudican los diputados que tontamente han hecho cuestionamientos que nada tienen que ver con el quehacer de los funcionarios o que son intrascendentes para los hidalguenses.
Van solo dos comparecencias y se ha visto que la mayoría de los diputados, como en otras Legislaturas, llegan a ocupar un escaño sin tener la mínima idea de lo que deben hacer ahí, llegan como becados por el pueblo para calentar una curul, ignorantes pero con “hartas ganas de aprender” aunque esa curva de aprendizaje les lleve tres años poderla afrontar y salir diciendo que se gastaron un sueldo que jamás “desquitaron”.
No conformes con la ignorancia mostrada en la comparecencia del titular de la Secretaría de Gobierno, ayer en la comparecencia de la titular de la Secretaría de Finanzas, Jessica Blancas Hidalgo, los diputados tuvieron el atrevimiento de realizar la comparecencia en plena sesión ordinaria y hacer que la funcionaria pública esperara poco más de tres horas para rendir su informe ante el pleno de la 65 Legislatura.
Lo anterior reflejó la poca experiencia que tienen los diputados así como la nueva administración del Congreso Local, cuando en otros tiempos se convocaba primero a la sesión y se agendaba en distinta hora la comparecencia, por otra parte el hermetismo hacia los medios de comunicación, quedó resarcido a tiempo ya que en la segunda comparecencia por fin se permitió la entrada de foto periodistas para realizar su trabajo al interior del pleno.
Por otra, el hecho de que los diputados permanezcan de pie como soldados de plomo, a un lado del funcionario para escuchar las respuestas, mostró que los diputados no saben usar el recinto y tampoco las curules, todo esto suma a la ignorancia que hay de los protocolos pero también del tacto que se debe tener para no hacer esperar a los invitados, sean funcionarios públicos o no.
La ausencia de diputados en las dos comparecencias que se han realizado ante el pleno son otro tema de gran interés para la población ya que reflejan la falta de interés que algunos legisladores muestran al tema de rendición de cuentas.
En fin, en pocas palabras, a los integrantes de la 65 Legislatura se les está yendo de las manos el cuestionamiento al gobierno estatal que está por salir, no habrá otra oportunidad para que los diputados y Diputadas pidan una rendición de cuentas en todos los rubros donde, en tiempos electorales, la oposición hace señalamientos pero en tiempos de comparecencias, sus diputados callan, no estudian, se muestran ignorantes y hasta aplauden lo que no pueden entender.