Gisela Peraza Villa, trabajó para la familia del ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, durante 9 años y en marzo del 2011, fue detenida por el presunto robo de 5 millones de pesos y joyas; estuvo arraigada dos meses en un hotel, luego fue recluida en varios penales del estado y el 8 de junio del 2015 fue puesta en libertad.
El Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Raúl Arturo Ramírez, se amparó para no presentarse a comparecer ante un juez sobre el caso de Gisela Peraza, la ex empleada doméstica de la familia Padrés, acusada y torturada por el presunto robo millonario de dinero y joyas de la alcoba matrimonial del ex gobernador Guillermo Padrés.
El abogado Juan Antonio Ortega García dijo que el Ombudsman sonorense actuó mal, no procedió como debía en el caso de su clienta, cuando su familia interpuso una denuncia por privación ilegal de la libertad y tortura; incluso las fotografías que se presentaron como prueba las hizo “perdedizas”, por eso optaron por acudir ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), expuso.
Sí se amparó, dijo; el día jueves 12 de enero debía presentarse ante un juez, y no dio justificación para no asistir, “apenas el que tiene miedo a espinarse se pone los huaraches”.
Gisela Peraza Villa estuvo arraigada y fue torturada durante dos meses en el Hotel Pitic, de Hermosillo, se le denunció con pruebas y no lo atendió porque es un “chambista” no quiso perder su trabajo, expresó el litigante.
El caso judicial continúa, hay más de 40 implicados y los actores principales son el ex gobernador Guillermo Padrés y su esposa Iveth Dagnino.