Se acabó el tiempo para el TLCAN

    •    Aun cuando hay buena fe de parte de México y Canadá sobre el resultado de la renegociación del TLCAN, todo pareciera indicar que el presidente Trump y sus negociadores tratan de aplicar tácticas dilatorias para presionar a mexicanos


La incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sigue quitando el sueño a gobierno, empresarios y mercados. Ayer jueves 17 de mayo concluyó el plazo dado por el presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Paul Ryan, para que el presidente Trump presentara un acuerdo en principio sobre el TLCAN y poder discutir su aprobación, algo que seguramente no se producirá en el transcurso de este día en que escribo este artículo.
Mientras el presidente Trump se esfuerza por llevar a buen término las negociaciones comerciales con China y evitar una guerra comercial, el tiempo se le acabó para que los legisladores actuales en el congreso estadounidense, conocieran el nuevo texto del TLCAN surgido de la revisión de los negociadores; sin embargo, ahora tendrán que seguir revisando los términos del tratado comercial y esperar a que en el mes de noviembre próximo, se realicen las elecciones para renovar el congreso en los Estados Unidos, el que tendría que revisar la propuesta del nuevo TLCAN y aprobarla; el cual pasaría por una nueva Cámara de Senadores también en México, que es la encargada de sancionar los tratados internacionales.
Aun cuando hay buena fe de parte de México y Canadá sobre el resultado de la renegociación del TLCAN, todo pareciera indicar que el presidente Trump y sus negociadores tratan de aplicar tácticas dilatorias para presionar a mexicanos y canadienses, para obligarlos a aceptar los términos de que pretenden imponer los estadounidenses en el nuevo tratado comercial.
Aún más, lo mejor de ello sería ratificar un nuevo tratado comercial renovado, pero lo peor para México, que exporta el 80% del total de sus exportaciones anuales hacia los mercados estadounidenses, podría ser la salida de los Estados Unidos del TLCAN, pues sobre las exportaciones de acero y aluminio mexicano hacia los mercados estadounidenses, caerían también los nuevos aranceles impuestos por el presidente Trump, lo que ha detonado la guerra comercial de baja intensidad entre estadounidenses y chinos, la cual hoy tratan de mitigar los negociadores de los Estados Unidos.
Pero mientras los negociadores del presiente Trump hacen su trabajo y acaban con la paciencia de mexicanos y canadienses, los mercados siguen nerviosos y los inversionistas barajando posibles alternativas bajo la incertidumbre actual. El mejor de los termómetros actualmente podría ser la paridad del peso respecto al dólar, la cual muestra ese nerviosismo de los mercados y las salidas silenciosas de capitales del país.
Más que la incertidumbre por las elecciones del próximo 1 de julio, los mercados y los flujos de capital en el mundo, están preocupados por la continuidad o no del TLCAN. Sin embargo, hasta hoy el presidente Trump ha demostrado que desea cumplir a cabalidad sus promesas de campaña y sus residentes declaraciones sobre los migrantes, los cuales ha calificado de animales, muestran el odio hacia México y los mexicanos, por lo que quizá la salida de los Estados Unidos del TLCAN siga estando en su agenda al final del día, al igual que la construcción de su muro fronterizo; poniendo fin al sueño de construir un espacio común de integración regional al estilo europeo.

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