La nueva administración de Santiago de Anaya ha detectado por lo menos 33 millones de pesos faltantes, los cuales presuntamente se invirtieron en obra pública pero en realidad no se llevaron a cabo.

En una primera revisión se detectaron esos faltantes, sin embargo aún no se ha concluido la etapa de fiscalización que está haciendo hacia el interior, donde las irregularidades son indeterminadas, desde administrativas hasta económicas, subrayó el alcalde, Jorge Aldana Camargo.

Dijo que la administración que encabezó el expresidente municipal, Fidencio Gachuz Ramírez, dejó diversas irregularidades, siendo la mayor la de una planta tratadora en la comunidad de González y González Ortega, donde se debieron invertir 15 millones de pesos que no se llevaron a cabo.

“Fueron pagadas al 100% sin que el gobierno municipal de Fidencio Gachuz la iniciara”.

Para dar certeza a las observaciones, explicó, que personal de la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH)  se encuentra en el municipio para realizar las revisiones necesarias y con ello también atender las observaciones.

Otro de los temas que, aseguró, se va a revisar, son los contratos y licitaciones, así como permisos de impacto ambiental, cambio de uso de suelo, entre otros que autorizó el expresidente municipal.

También, revisa la Ley en materia de obra pública con el objetivo de conocer cómo defender al municipio de tal situación.

“Es inusual que alguien pague una obra sin que se inicie y la paguen en su totalidad”. Por ese motivo expuso, revisará todo lo relacionado a la administración pasada, donde existen evidentes fallas y que han agraviado a la población.

“Otra irregularidad, fue la máquina motoconformadora que incluyó el expresidente en la entrega a recepción. Ya la fuimos a ver, pues la encontramos sin motor y resulta que periódicamente le destinaban una buena cantidad de dinero para dotarla de diesel”.