San Jeronimito; Roberto y las trampas del amor

DE CUERPO ENTERO
Pasaron  las  semanas  y cuando  la  gente   haciendo cola para depositar su voto  en esas famosas encuestas de salida y de  entrada , los hombres con  orgullo inaudito gritaban con  la garganta abierta: “claro que votaré por Beto, porque  además  de ser el bueno es  un  buen gallito”.

Al ritmo de los tambores, y de clarines que irrumpen el aire cálido de  San Jeronimito,  Roberto  sigue con su  campaña  de  acercamiento,  de  identificación y de hermandad. De acuerdo a  encuestas recientes de opinión el triunfo es solo cosa de trámites, su imagen, su carisma, pero sobre todo sus promesas se han plasmado en los corazones de todos los ciudadanos.
    Sin embargo el destino cruel, despiadado y traicionero le tiene a Beto una cuenta  pendiente: la demanda de acoso sexual. Filomena, antigua compañera de partido y   correligionaria, se  ha  presentado ante las autoridades  para  manifestar  un yo acuso con  la  mano  levantada.
    En efecto  Filo, como cariñosamente Roberto le decía, con  lujo de detalles, circunstancias,  momentos y  suspiros  ha presentado su demanda;  pero mejor  oigamos de su propia voz las cuitas de Filomena que en sus palabras rezan: “Ya casi había caído la noche de un mes de febrero de hace dos años, por esas cosas de la vida nos habíamos quedado solos Beto, perdón, el Sr. Roberto  y yo,  y  como un  león que tiene hambre se me acercó, y  de su boca solo salieron insinuaciones,  proposiciones,  promesas, y hasta  retos; no se cansó  el Sr. Roberto de  alabar cada parte de mi cuerpo,  ensalzó mi mirada, y acusó recibo de  que mis ojos  le insinuaba algo, y además me hizo saber con un lenguaje  muy florido, que si no era hoy, después tendría que caer en las  redes de su amor.  La  profundidad  de la noche se acercaba, y con desdén, con mirada vidriosa y turgente, el. Sr. Roberto me  sacudió en sus brazos”.
Sollozando, Filo continúa su narración que es  captada  por  todos los chicos de la  prensa, no  falta  el  acomedido que  le acerca  un pañuelo desechable  kleenex  para enjugar  su llanto…
San  Jeronimito, suculento rincón de nuestra patria, goza  de fama  nacional  por contar  con las  flores  mas  bellas  del  ejido, con las mujeres  más  hermosas y por los  políticos  más  originales. Filomena, digna  representante de este  pueblo  lleno de  caudillos y valientes, no escapó a la repartición de belleza, candor y seducción;  su estancia  en  el partido de Roberto  fue coherente y congruente  hasta que, molesta por no haber sido elegida cobradora oficial  de  la fiesta del pueblo, decidió abandonar el partido con  un ademán que hace recordar  siempre a  la  sacrosanta  jefecita (¡al fin que ahora todo mundo deja sus partidos¡).
Hoy  mismo  nuestro candidato y próximo jerarca de S.Jeronimto  planea con sus abogados  la defensa, la estrategia para acallar los rumores, los chismes  y demás  cosas que  han  salido a relucir después  de las declaraciones de  la Filo.
Roberto acepta  que al ver  a la Filo muchas cosas  indecibles le  inspiraban (¡total soy hombre¡), pero de allí a que haya pretendido pasar a la práctica, existía un buen trecho, y aquella ocasión en que  dieron  rienda  suelta a  sus pasiones  broncas fue de mutuo acuerdo, ¡cómo llamarle a eso acoso sexual¡. “La luz del entendimiento  me  hace ser muy comedido; aquella noche corrí el mejor de los caminos, montado en potra de  nácar  si bridas y sin  estribo”, repasaba  en silencio  aquellos versos de  García Lorca.
Los “chicos de la prensa” con su candor de siempre, hicieron amplios  reportajes  del asunto. La Filo fue entrevistada por todos los diarios y semanarios, por  todos los programas de  radio, y llegaron a cuestionarle  tantas cosas  que  solo una  mente  como  la de la famosa Filo  recordaba: ¿cómo iba  vestido Beto?  ¿Cuántas veces lo hicieron?  Etcétera, etcétera.
Las santas conciencias de los adoradores de la vela perpetua y de los clavos ensangrentados del altísimo,  los  corazones  dolientes  de  la  gente  decente,  hicieron  levantar  su voz con un manifiesto público, donde se pedía con ira pero con  decencia la pronta renuncia del Sr. Roberto a la contienda electoral; su proceder  denigraba  a la gente recta, honesta de el Valle de S. Jeronimito. Exigían inclusive su destierro,  porque  los detalles  que  daba  la  Filo  cada día  eran mas indecentes y de mal gusto.
Nadie hizo caso a este  manifiesto, al contrario  las ventas de los diarios, y el numero de  radioescuchas  aumentaba  cuando sabían  que  Filo  iba  a estar presente.  
Cuentan voces callejeras que inclusive ya  fue contratada para escribir un libro que narre con detalles y con  nuevas  versiones, los encuentros  amorosos que ahora resulta fueron muchos.
De  acuerdo  a  consultas de  puerta en  puerta, los miembros  de  las  agrupaciones piadosas  eran los más adictos a  las  lecturas de  lo publicado acerca de la Filo,  sin embargo por esas cosas caprichosas de  la vida  eran  los mismos  que  más la repudiaban.
Pasaron  las  semanas  y cuando  la  gente   haciendo cola para depositar su voto  en esas famosas encuestas de salida y de  entrada , los hombres con  orgullo inaudito gritaban con  la garganta abierta: “claro que votaré por Beto, porque  además  de ser el bueno es  un  buen gallito”.
Su  triunfo fue  irrefutable,  y la fama de Roberto de ser galán  y  bien portado,  trascendió hasta  las  comarcas mas lejanas, y  siendo  el destino  caprichoso  e inesperado,  Filomena   ahora  conocida  como “Simplemente  Filo”,   se dedica a la farándula, al canto nuevo, y al   trabajo siempre  cultural, renovador y profundo del canal de las estrellas.
Nadie sabe para quién  trabaja.

Related posts