● La candidata cancela su viaje a California, previsto para ayer; el percance alimenta la línea de ataque de la campaña de Trump sobre la salud de la candidata
El estado de quien pretende dirigir el país más poderoso del mundo es un asunto de interés público. David L. Schneider, profesor de Medicina en la Universidad de Illinois, recordaba que Trump, de ser elegido, sería el presidente más viejo en la Casa Blanca, y Clinton sería la segunda, por detrás de Ronald Reagan. “A esa edad, empiezan a pasar cosas”, dice Schneider
Nueva York.- Los médicos diagnosticaron a Hillary Clinton neumonía el viernes. La enfermedad trascendió el domingo después de que la candidata abandonara precipitadamente el acto de homenaje del 11-S en Nueva York al sentirse indispuesta. Su campaña lo atribuyó en un principio a un “exceso de calor”, pero su doctora, Lisa Bardack, afirmó más tarde que se había deshidratado y sufría una neumonía.
Tras el percance en el homenaje, había sido examinada de nuevo en su casa en el norte de Nueva York. Por la noche, anunció que cancelaba un viaje de campaña este lunes a California. Este episodio alimenta la última línea de ataque de su rival republicano, Donald Trump, sembrar dudas sobre la salud de la exsecretaria de Estado. También es combustible para quienes acusan a Clinton de no ser transparente, por revelar forzada por los acontecimientos, aunque la comunicación de esta dolencia frena especulaciones más graves sobre su salud que circulan en algunos foros de la derecha más antiClinton.
Su rival, Trump, se refirió al incidente a primera hora de ayer: “Espero que se recupere y vuelva a la campaña, la veré en el debate”, dijo el republicano, que recalcó que “la salud [de los candidatos] es un asunto [de campaña]”.
El magnate, de 70 años (dos más que la demócrata) anunció que difundirá información sobre su propia salud: “La semana pasada me hice una revisión física… cuando tenga los números, difundiré números muy específicos”
El acto, en el que participaba también Trump junto a los últimos tres alcaldes de Nueva York y otras autoridades, comenzó sobre las 8.30 de la mañana, justo unos minutos antes de que hace 15 años se estrellara el primer avión contra una de las dos torres del World Trade Center. Cuando había transcurrido alrededor de hora y media, Clinton abandonó la ceremonia deshidratada e indispuesta. En un vídeo difundido en Twitter y por varios medios se la ve tambalearse al subir a la furgoneta.
Desde allí se dirigió al apartamento de su hija, Chelsea, en la ciudad, para reponerse. Al cabo de un rato, salió de allí sonriente y diciendo que se encontraba bien. Después la candidata se refugió en su casa de Chappaqua, un pueblo en el norte del estado de Nueva York.