La salida de EU del TLCAN si bien implicaría un fuerte impacto para la economía mexicana, no significaría una catástrofe; lo más probable es que el acuerdo continúe porque las economías de los países están integradas. El tema es cómo se va a negociar, afirmaron ayer académicos de la UNAM.
En una conferencia de prensa Eduardo Rosales Herrera, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, explicó que en el supuesto de que el vecino país del norte abandone el TLCAN, México se vería obligado a diversificar su comercio, disminuir la dependencia histórica del mercado estadunidense y escapar, o al menos alejarse, del “campo gravitacional” geopolítico de EU.
Las autoridades mexicanas, consideró Rosales, deberían hacer una autocrítica y reconocer que no es posible seguir sacrificando al trabajador mexicano ni “continuar con una política salarial que paga sueldos de miseria”.
Mientras que en EU el poder de compra de los trabajadores desde 1994 se ha incrementado 34 por ciento, y en Canadá 38 por ciento, en México se ha reducido en cuatro por ciento, precisó el universitario.
Así que ni éste ni un nuevo tratado cambiará las asimetrías entre ambas naciones; la mexicana es una economía 20 veces menor que la estadunidense, post agrícola, mientras que la Unión Americana está en la era postindustrial.
En este contexto, subrayó, más vale que el equipo negociador mexicano esté listo para levantarse de la mesas de las negociaciones ante un titular del Ejecutivo estadunidense acostumbrado a intimidar y a imponer sus condiciones.
MÉXICO TIENE ALTERNATIVAS EN NEGOCIACIÓN DEL TLCAN
México cuenta con alternativas en la renegociación del TLCAN ante una situación “no deseada”, afirmó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
Aseguró que México cuenta con una estrategia basada en cuatro pilares fundamentales. “Cualquier negociación tiene que iniciar con la certeza de que si se llega a una situación no deseada de inviabilidad tienes que tener alternativas, si se sienta en la mesa a negociar sin alternativas se arriesga a que simplemente le pongan condiciones”, dijo.
En ese sentido comentó que la estrategia de negociación de México se compone de la competitividad, establecer condiciones de “piso parejo” para todos los actores involucrados en el TLCAN, un sistema de resolución de disputas y la modernización del acuerdo comercial.
“El cuarto pilar es el más importante cómo llevar al Tratado de libre comercio al siglo XXI aprovechando las nuevas tendencias productivas y de innovación, en energía, en telecomunicaciones para que este tratado refleje el avance de las últimas dos décadas a nivel mundial”, dijo.