- Hasta el momento en la diócesis de Tula no hay clérigos contagiados
TULA DE ALLENDE.- “Ninguno de los sacerdotes o miembros que trabajan en la Diócesis de Tula está contagiado de coronavirus y que de eso tenemos que dar gracias Dios”, informó el obispo Juan Pedro Juárez Meléndez y quien recordó que en las parroquias siguen prestando todos los servicios de la iglesia con los cuidados recomendados por la Secretaría de Salud.
Dijo que todos los sacerdotes han permanecido en sus parroquias y han estado prestando todos los servicios a los fieles, desde luego con todas las precauciones que les ha recomendado el sector salud, de ahí que se siguen celebrando todos los sacramentos, “Se sigue predicando la palabra de Dios, se promueve la caridad y la ayuda solidaria entre los fieles sobre todo para los más necesitados, a través de la entrega de despensas es como se entrega a la población”.
Comentó que si bien en este momento por la pandemia la Iglesia no tiene ingresos para las diversas actividades desde luego les preocupa, no tanto para la manutención de los sacerdotes, esto debido a que la gente es muy generosa y les hacen llegar alimento o las cosas necesarias.
Lo que sí les preocupa son todos los trabajadores que colaboran en las distintas parroquias y en la misma catedral de San José, ya que los ingresos se aplican en su mayoría en la nómina de todos los que trabajan en los templos y al no tener ingresos se ven en verdaderos aprietos para seguir cumpliendo con esa obligación, misma que no solo es moral, sino de justicia ya que todo el que trabaja merece una justa retribución.
La Iglesia confía en que en esa solidaridad a la que ahora todos estamos llamados, los pueda sacar adelante.
Juárez Meléndez explicó que respecto a las actividades como las misas funerales se siguen celebrando con todas las precauciones con las que se cuida la salud de los sacerdotes como de los fieles y se celebran en espacios abiertos y con un número reducido de personas, respetando en todo momento los protocolos sanitarios.
En cuanto a las celebraciones de matrimonio, bautizos, aniversarios o acciones de gracias han invitado a los fieles a posponerlos o que en su defecto se están realizando en privado y con no más de cinco personas, pero de ninguna manera como culto público.