SABER PARA CONSTRUIR

Tendencias hacia la expansión urbana y la diversificación
eclesial, en las ciudades de San Francisco de Campeche y Chetumal  

Puedo concluir diciéndoles que ha aumentado patentemente el ritmo de la diversificación religiosa en el sureste del país, desde unos cincuenta años atrás a la fecha y lo seguirá haciendo. Al mismo tiempo, la expansión urbana ha avanzado a un ritmo muy acelerado, lo cual ha influido en la emergencia de una diversificación del panorama eclesial en las ciudades San Francisco de Campeche y Chetumal, más fortalecida.  

 

El presente documento tiene como objetivo primordial compartir a ustedes un poco de la importancia que implica analizar las tendencias a la expansión urbana vinculadas con la diversificación religiosa en las ciudades de San Francisco de Campeche y Chetumal, entidades del sur del país que han presentado un amplio crecimiento poblacional y un aumento en el número de localidades urbanas de distintos tipos, así como un panorama muy diversificado en cuanto a la oferta de grupos no católicos, en especial, tildado por tendencias pentecostales y presbiterianas.
    Les comparto que es menester erigir análisis mediante diversos enfoques y métodos mixtos de investigación, junto con la exposición de categorías como crecimiento urbano y diversificación religiosa, seria muy importante para levantar un análisis pertinente. Si estableciera un proyecto de investigación sobre este tema indagaría la conformación de las ciudades capitales, su dinámica poblacional y el influjo que la oferta religiosa ha imprimido a la expansión urbana en ambas entidades.
    Campeche y Chetumal han avanzado hacia el establecimiento de nuevos credos no católicos y en la actividad de grupos eclesiales de base. INEGI (2005, p.137) afirma que pueden ser consideradas como “la tercera y cuarta entidades con mayor diversificación de creencias religiosas en el ámbito nacional; aproximadamente, por cada 100 personas de 5 y más años, 71 son católicos, 4 son protestantes históricos, 9 son evangélicos, 5 bíblicos no evangélicos y 10 que no tienen religión”.
    Según datos del mismo INEGI son las denominaciones históricas y pentecostales las que se han establecido con demasía en ambas entidades. “De la población protestante histórica son importantes los volúmenes de población presbiteriana (15 473) y bautista (5 334); de las iglesias evangélicas, predominan las pentecostales, con un volumen superior a la suma de los residentes de Campeche, Hecelchakán y Palizada” (Ibídem).
    Sería muy interesante observar que para el caso de ambos estados Quintana Roo y Chetumal el aumento de nuevos credos lleva la misma tendencia. Es decir que para 2005 las cifras de población católica habían descendido. Campeche se ubicaba hasta 2010 entre los primeros cuatro estados del país con una mayor cantidad de iglesias no católicas.
    Como lo dicta el INEGI (2005, p.156): “más de tres cuartas partes de la población protestante histórica pertenecen a la iglesia presbiteriana; el volumen más alto de los protestantes históricos se registran en los municipios de Benito Juárez, pero el de mayor importancia relativa es José María Morelos, en conjunto con Chetumal. Este último municipio registra la mayor diversificación de la entidad, pues también hay un número elevado de pentecostales, evangélicos y población sin religión”.
    Asimismo les comparto que: “la población pentecostal tiene presencia destacada en todos los municipios, incluyendo Chetumal, aunque principalmente en Lázaro Cárdenas, José María Morelos y Solidaridad. De la población bíblica, los adventistas del Séptimo Día tienen una ligera superioridad sobre los Testigos de Jehová en la mayoría de los municipios, aunque la presencia numérica de ambas es poco significativa” (Ibídem). Hernández (2007) comenta que “el crecimiento urbano desbordado ha favorecido la aparición de grupos pentecostales, particularmente en las periferias y municipios conurbados del sureste mexicano”.
    Algunas cifras dictan que el crecimiento urbano y la expansión de las ciudades Campeche y Chetumal son reveladoras. El tamaño de la población es un aspecto sumamente importante. Desde el punto de vista de Ramírez Velázquez y Dafne Somellera (2014, pp.13-14) el análisis de las cifras poblacionales del sureste son sustanciales. Las autoras subrayan que en 2010 la población urbana de Quintana Roo se incrementó en un 20.88 por ciento. Se registró de forma sobresaliente un proceso de consolidación de la urbanización de Cancún, así como el incremento de la producción del petróleo en Campeche.
    En Campeche había “en 1990 273,161 habitantes y en Quintana Roo 295,772. Para el año 2000 las cifras aumentarían. Se tienen registrados 365 783 habitantes; mientras que en Quintana Roo se registran unos 640,176. En 2010 Campeche tenía 450,213 habitantes; Quintana Roo, 1,050,685”, según Ramírez Velázquez y Dafne Somellera (2014, p.15).
    Finalmente les diré que en cuanto al número de población en localidades con menos de 5,000 habitantes se tiene que para 1990 Campeche contaba con 193,781 habitantes; para el año 2000 tenía 238,370 y para el año 2010 contaba con un total de 253,933 habitantes.
Por su parte para el estado de Quintana Roo los datos también muestran un incremento en 1990 y 2010. Para 1990 había 164,694 pobladores; en el año 2000 se contaron 153,425 y para 2010 se tenían 190,393 habitantes. Estas cifras dejan muchas ideas interesantes para reflexionar. Los datos presentados son realmente esclarecedores.
Puedo concluir diciéndoles que ha aumentado patentemente el ritmo de la diversificación religiosa en el sureste del país, desde unos cincuenta años atrás a la fecha y lo seguirá haciendo. Al mismo tiempo, la expansión urbana ha avanzado a un ritmo muy acelerado, lo cual ha influido en la emergencia de una diversificación del panorama eclesial en las ciudades San Francisco de Campeche y Chetumal, más fortalecida.  

Literatura consultada
    •    Hernández, A. (2007). “Urbanización y el cambio religioso”. Atlas de la diversidad religiosa en México. México: CIESASl, UQROO, COLEF, El Colegio de Jalisco, Colegio de Michoacán, Subsecretaría de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.


    ◦    INEGI (2005). La diversidad religiosa en México. México: XII Censo General de Población y Vivienda 2000.


    ◦    Ramírez Velázquez, B. y Dafne Somellera, J. (2014). “Metropolización regional: formas de urbanización y desarrollo regional en el sureste de México”. Revista Sociedad y Ambiente. Año 4, núm. 10, pp.1- 27.

* Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo

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