Rusia despliega misiles antiaéreos

Por lo pronto, para defender su base naval en Siria

●    La maniobra coincide con la ruptura del proceso de diálogo con EU para alcanzar un alto el fuego

La última vez que Moscú hizo un movimiento similar fue el pasado 25 de noviembre, tras el derribo de uno de sus aviones por las fuerzas turcas. Entonces, Rusia desplegó los S-400.
Rusia desplegó ayer una batería de misiles antiaéreos S-300 en Siria para defender su base naval en el puerto de Tartus, en el mar Mediterráneo, según anunció el ministerio de Defensa ruso. “Este sistema está destinado a garantizar la seguridad de la base naval de Tartus y de los buques emplazados en la zona costera”, dijo el portavoz castrense, Igor Konshénkov.
El anuncio coincide con la ruptura el lunes del proceso de diálogo abierto entre Rusia y EU para alcanzar el cese de hostilidades.
Si bien la maniobra de Moscú no supone un salto cualitativo en su despliegue en Siria, donde cuenta ya con misiles antiaéreos S-400 desde noviembre, sí representa un incremento en su poder defensivo en el país árabe, precisamente en el momento en el que el Kremlin más críticas recibe por su apoyo a las fuerzas leales a Bachar el Asad en Alepo.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Raad al Husein, alertó ayer a Moscú por los bombardeos en el este de Alepo, enclave rebelde sitiado y asediado a diario por la aviación.
Tras el fracaso del alto el fuego pactado entre Washington y Moscú, el régimen sirio, apoyado por la aviación rusa, reanudó el 19 de septiembre su ofensiva contra la franja oriental de la ciudad de Alepo. Desde entonces han muerto más de 300 personas. La falta de acceso de las agencias humanitarias a la zona y los bombardeos diarios han elevado la alerta por la escasez de alimentos y medicinas.
Ante la gravedad de la situación, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, advirtió la semana pasada a Moscú sobre el posible cese de conversaciones si se mantenía el asedio contra Alepo. La advertencia se convirtió en ruptura formal del diálogo este lunes, con lo que quedaba en suspenso cualquier colaboración futura en la lucha contra el Estado Islámico, como se había acordado antes del fallido cese de hostilidades.
El despliegue de la batería rusa de misiles antiaéreos S-300 no parece que vaya a sentar de nuevo sobre la mesa a Kerry y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.

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