La repetida frase de: “todos son iguales” y “no cumplen lo que prometen”, no es verdad. Véase lo que ha ocurrido recientemente en EU
Es pertinente insistir en la importancia de valorar los programas de gobierno que ofrecen las tres coaliciones. No más distracción con memes y bobadas. Un poco de sereno discernimiento le hará mucho bien a México.
Nuestra cultura política presidencialista impele a privilegiar a los personajes de la competencia, pero los documentos programáticos sobre los que descansan sus discursos, son la concreción de un proceso de elaboración política e intelectual, realizado por las fuerzas aglutinadas en torno a un proyecto y a una voluntad para realizarlo desde el poder. Hay que tomarlos en serio.
La repetida frase de: “todos son iguales” y “no cumplen lo que prometen”, no es verdad. Véase lo que ha ocurrido recientemente en EU.
Durante su campaña, Trump ofreció todo cuanto ahora, ya instalado en la Casa Blanca, está ejecutando. Días antes de las elecciones publicó “Donald Trump´s Contract with the American Voter” con las medidas y acciones que, una a una, ha hecho realidad. Proclamó: ¡América First! y ya fracturó la alianza occidental; nada con la OTAN, ni el G-7; deslinde de los acuerdos de París para frenar el cambio climático; persigue a los inmigrantes, en especial los mexicanos, tienen a los niños enjaulados, separados de sus familias; proteccionismo: guerra comercial y destrucción del TLC. Lo más reciente; ya ordenó abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Tiene al mundo de cabeza. Cuán irresponsables y ciegos fueron aquellos que pronosticaron que en las primarias no lograría la candidatura republicana.
Cuando los hechos demostraron la ligereza de esos pronósticos, agregaron: no ganará la elección, el pueblo estadounidense no empoderará a un populista. Otra vez la realidad les dio un bofetón; pero entonces advirtieron: uno es el candidato, otro será el presidente. Una vez más se equivocaron.
En México esta vez, contra lo que ha sucedido del pasado, los documentos de propuesta de las coaliciones no serán papel mojado.
Primero, porque estamos al final de un ciclo político–económico mundial y nacional que impone hacer cambios. Segundo, porque el proceso electoral se convirtió en una lucha política de mayor calado, por la redefinición del rumbo y proyecto de nación; y tercero, por la desconfiguración de los alineamientos políticos que estuvieron vigentes en la transición democrática. Los amigos de ayer son ahora encarnizados enemigos, los adversarios de antes son los aliados de hoy.
La Coalición Por México al Frente tiene la mejor plataforma, abanderada por Ricardo Anaya responde a los grandes desafíos de la nación mexicana y a los reclamos más sentidos de los ciudadanos.
Sostiene:
“Frente al escandaloso deterioro de nuestra vida política y frente a los dramáticos desequilibrios económicos y sociales que atentan contra el bien común, son necesarias medidas drásticas que transformen democráticamente las actuales estructuras sociales, económicas y políticas de nuestro país. México reclama un cambio de manera urgente…”.
“El agotamiento institucional que vive nuestro país es producto de un sistema disfuncional que ha alentado el quebranto del Estado de Derecho, la impunidad, la corrupción y los privilegios de unos cuantos a costa de excluir a las mayorías…”.
Propone:
I.— La transformación del actual régimen político y el impulso a la democracia ciudadana.
II.— El combate total y frontal a la corrupción y a la impunidad.
III.— La pacificación del país, con seguridad, respeto a los derechos humanos y justicia para todas las personas.
IV.— La necesidad de un desarrollo económico con crecimiento, inclusión social y sostenibilidad.
V.— El fortalecimiento de la posición de México en el mundo.
¡Apoyémosla con nuestro voto!
Twitter: @lfbravomena
