Europa Ciudadana
• En un entorno regional marcado por fuertes sentimientos euroescépticos, la sociedad rumana mantiene su confianza en la UE como marco para un futuro mejor
“Necesitamos que la población rumana mantenga su fe en Bruselas para poder seguir avanzando hacia una integración plena”, asegura Radu, quien estudió Ciencias Políticas y terminó muy decepcionado tras unos años de militancia en la asociación juvenil de uno de los partidos tradicionales
Resulta difícil encontrar una avenida en Bucarest en la que no ondee una bandera de la UE, la misma que destacó en las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales que se expandieron por toda Rumania hace unos meses.
En un entorno regional en el que predominan las políticas reaccionarias y nacionalistas, el Parlamento rumano es el único de Europa del Este que no cuenta con un partido euroescéptico.
La sociedad rumana es la tercera que mejor valora las instituciones comunitarias, según los últimos Eurobarómetros, sólo por detrás de la de Lituania y Luxemburgo. Los jóvenes, los más reacios a acudir a las urnas en los últimos comicios, son los más europeístas.
Alexandra Dragomir y Radu Dumitrescu son dos amigos veinteañeros que asistieron con entusiasmo a las manifestaciones del pasado invierno en Bucarest, en las que, pese a las gélidas temperaturas, se alcanzaron cifras de asistencia comparables a las de París en 1968 o Praga en 1989.