ALFIL NEGRO
El 30 de este mes, esto es en dos días, Morena elegirá 70 nuevos titulares del Consejo Estatal de este partido con la elección de diez por Distrito Federal electoral, 5 hombres y 5 mujeres, en una jornada en que se busca que sea el voto directo universal y secreto el que decida quienes llegan a esos cargos.
Pese a que esta elección debió llevarse a cabo desde hace buen tiempo, más vale tarde que nunca, aunque las circunstancias actuales no son las mismas que las de 2018, porque en aquel entonces Morena tenía como ahora mayoría en el poder electoral pero no había nada que hablara de llegar a ser el partido dueño de la gubernatura como lo es ahora, después de la elección del 5 de junio, que le dio a los morenos el poder Ejecutivo con una votación altísima que no deja dudas sobre lo que es la voluntad popular.
Y milagro, ahora todos quieren ser consejeros de Morena, lo mismo los verdaderos morenistas que los seudo morenistas, que con un colmillo de viejos lobos se dan cuenta que el futuro es guinda y que fuera de ese color y ese partido no hay futuro.
Son ríos de aspirantes en que hay de todos los colores, lo mismo priistas, que alcaldes actuales, ex alcaldes, diputados, ex diputados, del grupo Universidad, y en general los que juegan sus cartas al futuro con el sueño de que salgan premiados, y con el poder que les dé llegar al Consejo aprovechar para llevar agua a su molino.
No todos desde luego, pero no cuesta ver a los pescadores en río revuelto.
Son los tiempos de un nuevo partido y color en el poder, y los días en que el PRI no acaba de entender qué es lo qué pasó, porque sólo algunos ya se dieron cuenta que ya no son los que mandan, y que esos tiempos en que la voz tricolor era la que ordenaba y mandaba ya son cosa del pasado, y que por lo mismo hay que preparar las batallas que vienen empezando por aceptar cuál es su realidad.
Los vivos no quieren recorrer el camino de la lucha para intentar en el 2024 volver a los buenos tiempos, y veloces se apuntan para ver si quedan de Consejeros.
Tocará a Morena frenar la bufalada de ambiciosos, sean del color que sean, sobre todo los seudo morenos porque de otro modo mal pintarían las cosas.
Y luego viene el 6 de agosto la elección de una nueva dirigencia y eso se va a poner bueno de verdad.
Entre otras cosas porque hay líder y dinero en juego.
