EL REY DE LA CREACIÓN 

ALFIL NEGRO

La obra era perfecta

siete días de milagros para siempre,

la luz naciente recién amanecida,

dibujando los soles, estrellas y cometas

el día brillante y la noche de hierro,

los mares con sus peces,

la selva con sus tigres

jirafas y elefantes,

era el mundo naciendo,

la palabra creadora

las aves con sus cantos 

y un Dios que sonreía.

Pero faltaba algo

que hiciera de lo hecho

una casa y destino,

que entendiera el milagro

y con gozo cantara 

el paso de los astros,

lo dulce de los higos,

la música del viento

la lluvia que emociona

y el colibrí que vuela.

Y el creador poderoso

tomó barro del suelo,

y formó con esmero

al primer ser humano 

a su imagen lo creó,

y puso en sus manos

todo lo que había creado.

Y ya pasado el tiempo

el hombre alzó los ojos

y se preguntó a gritos:

¿Qué es el hombre 

para que te acuerdes de él?

Apenas inferior a Los Ángeles

lo hiciste y lo coronaste

de gloria y esplendor!

Y este hombre de barro

fue el rey de la creación

Porque lo quiso Dios.

Y en pago del milagro

el hombre mató al hombre

con quijada de burro,

y bombas de fusión,

fue el lobo de otro hombre

y crucificó al vecino

con clavos de dolor .

Y en esta hora amarga

renace la quijada 

que mata y que lastima

al niño y a la madre,

se cierran los caminos

para buscar la vida,

se encarcelan las risas

y se apagan las luces

que el Señor encendió.

¿Dónde está ese hombre

creado a imagen de Dios?

¿Dónde está  ese milagro

de crearlo casi ángel

Semejante al creador?

Algo o mucho ha cambiado

cuando el hombre es la causa

del llanto y el dolor.

Y resuenan las bombas,

alta ves la metralla,

familias sin destino

la madre que cobija

con su sangre al bebé,

y la ambición cabalga

el hombre que destruye

al rey de la creación.

Qué lejos de aquel hombre

nacido de las manos

de quien creo los soles,

el agua, los quetzales, 

los trigos y los bosques,

y coronó su obra

con ese barro humano,

y le sopló la vida

De rey de la creación.

Pero más tarde que nunca

volverá a los caminos

aquel que fuera creado

apenas inferior

a Los Ángeles bellos,

porque aunque el hombre

busque evitar su mirada,

el creador lo acaricia

y se calman los vientos

y el barro cobra aliento.

se reinicia la vida

la ambición se destruye

y otra vez a empezar. 

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