Home Nuestra Palabra Javier Peralta RETRATOS HABLADOS

RETRATOS HABLADOS

0
  • Tiempo más que nublado
  • Miguel Ángel Osorio Chong

Un manto de violencia y miedo cubre buena parte del país. Nuestro estado por supuesto no está exento de estos hechos, y para prueba los cinco muertos que se registraron ayer en Atitalaquia por razones todavía no claras, y la multiplicación de contagiados por Covid-19, que hoy mismo nos regresan al color rojo en un semáforo que cada vez se entiende menos.

Ante este tétrico panorama los que ya rebasaron los cuatro meses de confinamiento, empiezan a preguntarse si tiene algún sentido salir para que mueran a manos de la delincuencia organizada o del coronavirus, al que pareciera no hay forma de enfrentarlo, de tal modo que lo mejor es “hacerse el muertito” y no producir ningún ruido en tanto pasa al lado de nuestras casas.

Al principio de la pandemia se insistía que solo los adultos mayores con antecedentes de diabetes, hipertensión y problemas respiratorios, entre otros, estaban en franco riesgo. Para estos momentos empezamos a descubrir que con todo y que persiste esa tendencia, son cada vez más los casos de personas jóvenes y aparentemente sanos, los que han muerto.

Crece en mismo sentido el olvido de los viejos, porque de lo que se trata es de sobrevivir, cueste lo que cueste y se pase encima de quien se pase. El intento inicial de solidaridad y empatía parece que duró hasta que el miedo empezó a apoderarse de todos. Porque sí hay miedo y cada vez menos tolerancia al que de pronto le agarra la tos y está cerca de nosotros.

Todo lo anterior puede conducir a un clima permanente de intolerancia, a condenar sin mayor preámbulo a los que por razones económicas decidieron aventurarse a la calle, o porque simplemente ya no aguantaron el encierro. 

Cierto, si la ciudadanía no pone de su parte, no habrá estrategia que funcione, porque el contagio se da cuando se dejan de usar las medidas preventivas, cuando se asume que nada es cierto y ni el fallecimiento de un vecino o conocido, conmueve la conciencia de que estamos ante un hecho real, terrible y engañoso.

Muchos han perdido la esperanza de que puedan regresar a la vieja o nueva normalidad, porque las cifras se disparan cada noche en las conferencias de la noche que hoy mismo empiezan a perder su razón de ser, porque la imposibilidad de que el poder federal lograra un control de casos, lo llevó en definitiva a plantear que cada estado de la República tiene que ser responsable de lo que pase en su territorio.

Y si a lo anterior sumamos las ejecuciones a cargo de la delincuencia organizada, la tendencia a que la violencia sea el remedio para cualquier conflicto, de pronto topamos con un momento en que nada se cree y por lo tanto se duda de todo.

En tanto nunca estará de más insistir: cuídese hasta donde sea posible. Usted lo sabe: al cuidarse, cuida a muchos porque dejan de replicarse los contagios.

MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG.- El Senador de la República y ex gobernador de Hidalgo, y sin duda el único aspirante a la candidatura presidencial del PRI que le hubiera competido seriamente al actual Jefe de la Nación, Andrés Manuel López Obrador, vuelve a ser presa de quien a toda costa pretende ligarlo a los hechos de corrupción del sexenio pasado. No prosperarán estos nuevos embates, que ni tan nuevos porque repiten lo que en su momento apareció en una revista, porque el ex titular de Gobernación es uno de los políticos priístas con más futuro rumbo a la elección presidencial, con todo y que falte mucho tiempo. Y ese nivel de competencia bien puede ser el origen que en los momentos que el linchamiento completo del gobierno Peñista está en todo su esplendor, se le recoloque entre los señalados. Sin embargo, el ex mandatario hidalguense goza de un prestigio real como hombre de palabra y disciplina en todos sentidos, y que por supuesto no se esconde ni enmudece ante acusaciones sin fundamento. Dio la cara como es su costumbre, y eso habla bien de quien seguramente, pase lo que pase, será la carta fuerte del PRI cuando termine el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta