Tretas que ya no funcionan en la política
Cuando en un afán de protagonismo los legisladores del grupo, clan como lo califica muy bien un reconocido columnista, recibieron la orden de exigir ante el Congreso local -con escándalo como solo ellos saben hacer-, la venta de todos los vehículos al servicio del Poder Legislativo, así como la donación al cien por ciento del salario de todos los diputados para el combate a la pandemia del Cobid-19, solo es posible inferir que en asuntos de dinero los representantes populares señalados no tienen ningún problema, que su mecenas tiene para cubrir sus emolumentos y más; vaya pues que le hace lo que al viento a Juárez destinar recursos propios para esta singular nómina.
Porque pocas son las personas que pueden darse el lujo de negarse a recibir el pago por su trabajo, y con todo y el amor que pudieran tener por sus semejantes, está claro que la mayor parte tiene familia que mantener, lo que implica manejar responsablemente sus ingresos económicos. De tal modo que quien de buenas a primeras resuena campanas y fuegos artificiales para que vean su acto de bondad solo comparable a los fariseos del Evangelio, de plano despierta sospechas.
No ha sido el primer anuncio en su género, porque se trata de una herramienta usada hasta la saciedad por sepulcros blanqueados de la política, que al mismo al mismo tiempo que son protagonistas de barbaridades ligadas a la corrupción y abuso del poder, se baña en ceniza y rasgan sus vestiduras porque lo que no ven en ellos ciegos de fatuidad, de pronto lo encuentran en otros a quienes señalan y acusan con dedo flamígero.
Es una treta que rinde ganancia electoral por adelantado, pero que cada vez resulta más un acto de poca vergüenza para el ciudadano, que antes celebraba jubiloso que legisladores levanta dedos pudieran quedarse sin automóvil “último modelo” y pagos quincenales. Al promotor de estos linchamientos con castigo inmediato le funcionó por el sincero desprecio que se tiene al ejercicio de la política.
Sin embargo parece evidente que el votante debiera exigir a diputados que hacen este tipo de propuestas absurdas, que se dejen de politiquerías y se pongan a trabajar con seriedad, trabajo que tiene que ver con su actividad fundamental que es legislar siempre con el objetivo de buscar el beneficio de las mayorías.
Porque en términos reales el beneficio económico que aportarían al combate de la pandemia, sería menor al compromiso-supeditación que tendrían que redoblar con quien se convertiría abiertamente en su patrón, que a cambio les habrá de exigir aún más servicios de los que ya le han prestado.
Sería importante que explicaran a detalle cómo demonios pueden sobrevivir sin un salarios que se supone les exige tiempo completo en sus actividades, y si cuentan, como es de todos conocido, con un mecenas dueño de sus destinos, luego entonces a quién representan en términos reales.
El deber de un representante popular es cumplirle a quienes votaron por él. Por principio de cuentas con su entrega total y por el tiempo para el que fueran elegidos al cargo que les fue conferido, porque pedir licencia para querer agenciarse otro cargo por órdenes de quien los mantiene es un acto de cinismo absoluto, terrible, que los describe de cuerpo entero. Si cumplen con ese aspecto, si no pasa por su mente dar el triple salto mortal para querer agarrarse a un nuevo trapecio, todos se lo reconocerán.
Así que muchos esperaríamos que a estas alturas, alguno de su muchos asesores debiera haberles alertado en contra de este tipo de iniciativas acomodaticias, convenencieras y que solo dejan ver el poco pudor que tienen hacia el ciudadano que tuvo la desgracia de verlos investidos como sus representantes populares.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta