RETRATOS HABLADOS

* 100 años de la tragedia en El Bordo

Ayer se conmemoraron 100 años de la tragedia-crimen cometido por los dueños de la mina El Bordo, que cobró la vida de 87 trabajadores, que aún hoy esperan se imparta justicia.
    La memoria venció al olvido, dijo el aún joven escritor hidalguense Yuri Herrera Gutiérrez, quien publicó en 2018 el libro “El incendio de la mina de El Bordo”, con toda seguridad la investigación más completa sobre uno de los hechos más lamentables que se han registrado en la entidad, y un ejemplo palpable de la impunidad con la que actúan, en no pocas ocasiones, los inversionistas extranjeros.
    Desde hace varios meses la presidenta de la Fundación Arturo Herrera Cabañas, Irma Eugenia Gutiérrez Mejía, se dio a la tarea de traer al recuerdo la inminente conmemoración del centenario de los hechos mencionados, porque simplemente no puede, no debe ser olvidado lo acontecido en “El Bordo”.
    Parece que la justicia siempre llega tarde, pero en muchos sentidos la habilitación de un Centro Comunitario donde antes fue la mina, representa un afianzar la memoria colectiva a la indignación que se siente, se palpa cuando miramos en el libro de Yuri la escena en que una simple decisión irresponsable, acabó con la vida de 87 personas.
    Por muchas razones el evento representa un acto de justicia histórica en estos tiempos en que la violencia que cobra vidas al por mayor, tiene anclada justamente su razón de ser en la impunidad que simplemente deja en la indefensión a los agraviados, a los masacrados.
    Y también, trae a la memoria a uno de los personajes más importantes en lo cultural y político de Hidalgo, como fue Arturo Herrera Cabañas, quien impulsó ambas tareas desde una óptica crítica y abierta.
    Al mismo tiempo debemos mencionar a la doctora Gutiérrez Mejía, quien dio origen al primer Centro de Investigaciones de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, con una amplia producción de trabajos concluidos, además de textos que representaron para la institución educativa el primer paso para presentarse en el escenario nacional, lo que sin embargo no la exentó de padecer las presiones del grupo político que gobierna a su gusto la UAEH, y que finalmente la llevaron a renunciar.
    Sin embargo, en la tarea de conservar la memoria de quien fuera su compañero de vida a través de la fundación que lleva su nombre, Arturo Herrera Cabañas, apostó por la inteligencia, por el trabajo cotidiano con sectores marginados de la entidad y sobre todo en la creación de una conciencia ciudadana que no debe olvidar hechos como los acontecidos en la mina “El Bordo”.
    Ayer si duda fue un día histórico, porque Pachuca tiene su origen en el trabajo de las minas y con mucha frecuencia de la muerte por supuestos accidentes de sus trabajadores, lo mismo en la época que eran propiedad de extranjeros como cuando pasó a manos del gobierno mexicano.
    Tragedia también por ejemplo, que nadie ha explicado a la fecha las condiciones y características para que al cierre de su época como paraestatal, la Compañía Mineral Real del Monte y Pachuca, fuera rematada a una empresa nacional, nunca interesada en la extracción de plata y oro del subsuelo, y que casi de la noche a la mañana acabó con la que fue la principal fuente de trabajo de la población en la capital hidalguense, y procedió al negocio inmobiliario. Pocos a la fecha conocen el precio en que adquirió la compañía minera la familia Ancira, o lo que es igual Altos Hornos de México, que hoy enfrenta un lío judicial por corrupción.
    Un día importante el de ayer, porque sin duda es posible comprender que la impunidad se da por la desmemoria que muchas veces padecemos, y la impunidad provocó que 87 mineros que fueron asesinados, nunca recibieron justicia en vida.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

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